Hace unas horas, OpenAI ha presentado ChatGPT Atlas, su primer navegador web, con el que se ha marcado una sencilla misión: transformar la forma en que usamos la WWW. El primer paso, que sin duda muchos usuarios valorarán, será el de eliminar el tedioso proceso de copiar y pegar textos entre el navegador y el chatbot.
Pero su potencial es mucho mayor. Basado en el motor Chromium, el mismo que encontramos 'bajo' Google Chrome, Atlas integra de manera nativa la tecnología IA de ChatGPT, de tal modo que a partir de ahora acompañará al usuario mientras navega, interpretará lo que ve y podrá incluso interactuar con las webs de manera autónoma.
Con este lanzamiento, la compañía desarrolladora de ChatGPT da un paso más en su evolución de 'mero' proveedor de inteligencia artificial a plataforma completa de computación. El 'nuevo Google', en resumen. En palabra de su CEO, Sam Altman, durante la presentación de Atlas:
"La IA representa una oportunidad única para repensar qué puede ser un navegador y cómo usarlo de forma más productiva y agradable".
Un navegador con cerebro propio
Atlas se diferencia de otros navegadores como Chrome, Edge o Firefox en el hecho de que ChatGPT está integrado en su núcleo. Una barra lateral llamada Ask ChatGPT permite conversar con el asistente sobre cualquier página abierta.
Por ejemplo, puedes pedirle que resuma o traduzca un artículo, que te ayude a completar un formulario o que extraiga información relevante de un informe técnico. Para quienes utilizan ChatGPT de forma profesional, esta integración promete ser todo un salto en productividad.
"Con Atlas, ChatGPT puede [...] entender lo que estás intentando hacer y ayudarte sin necesidad de copiar y pegar".
La aplicación ya está disponible para macOS, si bien las versiones para Windows, iOS y Android ya están en desarrollo. A diferencia de otros productos recientes, OpenAI ha decidido abrir Atlas también a los usuarios gratuitos desde el primer día.
El navegador que recuerda lo que haces
Una de las novedades más llamativas es la función memorias del navegador. Si el usuario la activa, ChatGPT puede recordar información relevante de los sitios visitados y utilizarla más adelante para ofrecer respuestas más personalizadas. Así, por ejemplo, se le puede pedir:
"Encuentra las ofertas de trabajo que vi la semana pasada y haz un resumen de tendencias del sector".
OpenAI asegura que estas memorias son opcionales y privadas, y que pueden eliminarse o archivarse en cualquier momento. Además, Atlas incorpora un 'modo incógnito' que desconecta la sesión de ChatGPT y evita guardar historial o datos personales. Por defecto, la empresa no usa la navegación del usuario para entrenar sus modelos de IA a menos que este lo autorice expresamente.
ChatGPT, al mando: llega el 'Agent Mode'
El otro gran avance es el Agent Mode, una función experimental que permite a ChatGPT actuar directamente en el navegador de manera semiautónoma. El asistente puede abrir pestañas, buscar información, planificar eventos o incluso comprar productos online.
Durante la demostración, OpenAI mostró cómo ChatGPT era capaz de leer una receta, localizar los ingredientes en una tienda y añadirlos al carrito para su entrega a domicilio:
Para tranquilizar a los usuarios, la compañía ha introducido controles visibles —como los botones 'Take control' y 'Stop'— que permiten detener o supervisar las acciones del agente en tiempo real. Para reducir riesgos, el sistema no puede ejecutar código, instalar extensiones ni acceder a otras aplicaciones del ordenador.
También se detiene automáticamente en sitios sensibles, como los bancarios o de correo electrónico.
Aun así, OpenAI reconoce los riesgos de seguridad. El agente podría verse afectado por instrucciones ocultas en páginas maliciosas, un tipo de ataque conocido como prompt injection. La empresa afirma haber realizado miles de horas de pruebas para minimizar estos peligros.
Privacidad, control y accesibilidad
Atlas incluye un panel de control de privacidad mejorado. Los usuarios pueden decidir qué páginas puede 'ver' ChatGPT, activar o desactivar las memorias, y gestionar los datos guardados. Los controles parentales de ChatGPT también se trasladan al navegador, permitiendo restringir funciones como el modo agente en cuentas familiares.
Además, OpenAI ha anunciado que los sitios web podrán añadir 'etiquetas ARIA' —las mismas que usan los lectores de pantalla para personas con discapacidad visual— para facilitar que el agente de ChatGPT entienda la estructura de las páginas y pueda interactuar mejor con ellas.
Una jugada estratégica contra Google y Microsoft
El lanzamiento de Atlas se produce en un momento en que los navegadores se han convertido en el nuevo campo de batalla de la IA. Google y Microsoft llevan meses incorporando funciones de IA en Chrome y Edge, mientras startups como Perplexity (con Comet) o The Browser Company (con Dia) exploran navegadores diseñados desde cero para convivir con agentes inteligentes.
OpenAI, sin embargo, juega con ventaja: ChatGPT ya tiene más de 200 millones de usuarios y una comunidad que lo utiliza a diario. Integrar el modelo en un navegador le permite ampliar ese ecosistema y posicionarse como una plataforma propia, un paso más hacia lo que la empresa describe como un 'sistema operativo de IA'.
Para incentivar la adopción, OpenAI ofrece una promoción: quienes establezcan Atlas como su navegador predeterminado obtendrán durante siete días mayores límites de uso en ChatGPT.
Imagen | OpenAI