Cuando comprábamos salvapantallas en cajas de cartón…y se convertían en éxitos de ventas

Cuando comprábamos salvapantallas en cajas de cartón…y se convertían en éxitos de ventas
4 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Muchos no lo recordaréis, pero hubo un tiempo en que no existían las pantallas planas… sus antecesores, los monitores CRT, presentaban tres problemas: eran pesados, eran voluminosos y la imagen podía 'quemarse'. Es decir que, en el caso de que la imagen se mantuviera fija mucho tiempo en la pantalla, podía llegar a 'grabarse' en la misma y mantenerse ahí como una presencia fantasmal, incluso con la pantalla apagada.

Para evitar que esto ocurriera, se crearon los salvapantallas: programas que, tras cierto período de inactividad, mostraban en pantalla sucesiones de imágenes fijas (más tarde llegarían las animaciones) para evitar precisamente ese 'quemado'.

Screenburn Amber
Monitor 'quemado'.

El primero de ellos fue 'scrnsave', lanzado en 1983 para sistemas PC DOS. Así, convertidos en uno de los principales elementos de personalización de los ordenadores de la época, la popularidad de los salvapantallas fue creciendo a lo largo de la década de los 80.

Se acercaba la década de los 90, y ninguno de los sistemas operativos líderes en aquel momento (PC/MS DOS, Windows 3.0, y MacOS) ofrecía aún salvapantallas integrados. Pese a su importancia para el buen funcionamiento del equipo, los usuarios dependían del software de terceros —en muchos casos con licencias shareware— cada uno con su propio método de funcionamiento.

Y entonces llegaron las tostadoras voladoras

Hasta ese momento, ninguna de las múltiples alternativas había logrado destacar por encima del resto. Y entonces, en 1989, llegó After Dark 1.0., el primer salvapantallas animado para máquinas de 16 bits (tanto Mac como Windows). Esta noticia de 1991 del Baltimore Sun muestra el repentino éxito de este paquete de salvapantallas:

"De vez en cuando aparece un programa informático tan sobredimensionado, con una función tan poco crítica, y tan limitador de la productividad que no puede evitar convertirse en un gran éxito de ventas".

Lo de 'éxito de ventas' no era ninguna exageración: este software de Berkeley Systems llegó a vender más de 10.000 copias al mes pese a tener un precio de 59,95 dólares el ejemplar. Y sí, se vendían en sus propias cajas de cartón, al igual que los sistemas operativos, suites ofimáticas y videojuegos:

Toasters After Dark

Le distinguía de otros competidores el hecho de ofrecer varios salvapantallas notablemente distintos entre sí, además de poder personalizar aspectos como el número de elementos en pantalla o la velocidad de su aparición. En versiones posteriores llegarían a incluir —incluso—, salvapantallas interactivos con minijuegos, y generadores de nuestros propios salvapantallas.

La versión 1.0 de After Dark para Windows 3.0 salió al mercado un tiempo después que la de Mac, e incluía una novedad que, a la postre, se convertiría en la imagen más distintiva del producto: el salvapantallas 'Flying Toasters' ('Tostadoras voladoras'):

En sucesivas ediciones, After Dark fue incluyendo cada vez más opciones y salvapantallas, a licenciar franquicias de Disney y Marvel, organizar concursos de los mejores salvapantallas creados por los usuarios… hasta llegar a la 4.0, la primera para sistemas de 32 bits (como Windows 9x), que ofrecía hasta animaciones fotográficas e ilustraciones pre-renderizadas.

Render
After Dark 4.0

Sin embargo, para aquel entonces, Windows (coronado como sistema operativo líder del mercado) incorporaba ya sus propios salvapantallas, mucho más sencillos pero gratuitos. Eso, sumado a que los monitores del momento, aunque aún eran CRT, ya eran mucho menos sensibles al 'quemado' de la imagen, hizo que cada vez menos usuarios estuvieran dispuestos a ir a la tienda a comprar un salvapantallas de 50 dólares.

Comentarios cerrados
Inicio