Los últimos anuncios de Google respecto a Android muestran grandes cambios en la forma de enfocar el sistema operativo móvil. Cambios profundos que alterarán la forma en que usuarios y desarrolladores utilizan el sistema y desarrollan aplicaciones y ROMs para sus terminales.
Qué ha pasado. Esta semana, Google ha anunciado que a partir de 2026, va a obligar a todos los desarrolladores a verificar su identidad para que los usuarios puedan instalar sus archivos APK. Hasta ahora, algo así ya era requisito indispensable para distribuir aplicaciones en la Google Play Store, el gran cambio tiene que ver con el 'sideloading': aquellos desarrolladores que distribuyan sus aplicaciones en tiendas de terceros, en webs o a través de plataformas como F-Droid o de mensajería como Telegram o WhatsApp.
Reacciones. Al ser consciente de un anuncio tan grande, la comunidad no tardó en responder a la publicación de Sameer Samat, presidente de la división de Android en Google. Según el ejecutivo, este es el sentido del cambio "Queremos asegurarnos que cuando descargas una aplicación realmente sea del desarrollador que dice ser, sin importar dónde la descargas". La comunidad teme que puedan pagar justos por pecadores y que aplicaciones legítimas cuyos desarrolladores no quieren exponer su identidad (por motivos legales o políticos, por ejemplo) se vean afectadas.
De cara a los usuarios, Apple implementó algo similar en macOS con gatekeeper, y aunque instalar malware es mucho más complicado, instalar aplicaciones descargadas de Internet de desarrolladores autorizados ahora requiere dar pasos en el sistema que no siempre están claros para personas sin conocimientos.
El sentido de algo así. Con una opción como esta, Google cierra un poco más la puerta de instalar lo que queramos en nuestro móvil, algo que hemos podido hacer desde los inicios de Android habilitando un simple ajuste. El problema es que ese ajuste no ha sido suficiente para impedir que muchos usuarios caigan en instalar malware como consecuencia de oledas de phishing como la de Flubot.
En ellas, los atacantes se hacen pasar por empresas como Correos o Fedex para que los usuarios instalen sus aplicaciones, con el pretexto de consultar cómo va el (falso) envío de un paquete, o de pagar un gasto (falso) de aduanas. Al instalar estas aplicaciones, lo que estamos haciendo realmente es darles el control total del móvil sin saberlo. Google el cambio con datos: detecta 50 veces más malware en aplicaciones descargadas vía web que en la Play Store.
Google ya ha ido endureciendo la instalación de APKs en el sistema com Google Play Protect, pero según la compañía hace falta más. La realidad es que si no se da la opción al usuario de desactivar la exigencia de la verificación, el sistema se está cerrando, de facto.
El desarrollo de Android será privado. Google ha ido cerrando mucho Android hasta dejar una sola parte libre: lo que conocemos como Android Open Source Project (AOSP). Hasta este año, su desarrollo se ha realizado de forma abierta, en público, pero la compañía anunció que iba a cerrarse, de forma que los desarrolladores externos a la empresa podían seguir el desarrollo de la rama AOSP en tiempo real. Es, en resumen, una puñalada al software libre.
Ahora el código fuente seguirá publicándose bajo AOSP, pero los desarrolladores no podrán observar los cambios. Es un golpe casi definitivo de Google a la parte abierta, que ha ido perdiendo su esencia a medida que Google trasladaba sus novedades a la experiencia de los Pixel, propietaria. Según Google, el cambio se ha realizado para simplificar el desarrollo de Android, pero recientemente, Google ha dejado de subir archivos a los repositorios archivos sobre los Pixel que anteriormente compartía con cada lanzamiento de Android, poniendo las cosas más difíciles a los desarrolladores de ROMs.
Imagen de portada | Midjourney