El Gobierno se pasa al modelo alemán: en 2026 habrá un abono único de transporte para viajar con un solo pago. Tiene letra pequeña

Hay letra pequeña, porque no sirve para AVE y larga distancia y el Gobierno depende de llegar a acuerdos con distintas autonomías

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Antonio Sabán

Director

España está a punto de intentar su propio "modelo alemán" de transporte. Pedro Sánchez ha aprovechado una de sus últimas comparecencias del año para anunciar la creación de un abono único de transporte. La medida, que aprobará en el último Consejo de Ministros del año mediante un Real Decreto-ley, extiende las ayudas que ya estaban vigentes, pero también introduce un nuevo concepto de "tarifa plana" para viajar por todo el país.

Cómo funciona y cuánto cuesta. El nuevo sistema entrará en vigor en la segunda quincena de enero y plantea una estructura de precios radicalmente sencilla. Habrá una tarifa plana de 60 euros al mes para el público general y una tarifa reducida de 30 euros al mes para los jóvenes menores de 26 años. Con este pase, un usuario podrá utilizar todos los trenes de Cercanías, los de Media Distancia y las líneas de autobús estatales de largo recorrido. La idea es pasar del modelo de "bono para ir al trabajo" a un modelo de "bono para moverse por España".

La letra pequeña. Porque la hay. El abono cubre, de salida, todo lo que depende del Estado: Renfe (Cercanías y Media Distancia) y las concesiones de autobuses estatales (las VAC que cruzan la península). 

Sin embargo, el metro, los tranvías y los autobuses urbanos o interurbanos (como los de los consorcios regionales) son competencia autonómica o municipal. En este sentido, Sánchez ha hecho un llamamiento explícito a las Comunidades Autónomas de otro signo político para que se adhieran progresivamente al sistema, con el objetivo final de que con una sola tarjeta se pueda viajar barato desde un punto recóndito de Andalucía, por ejemplo, hasta otro del País Vasco.

Un cambio respecto al año pasado. Este anuncio supone un salto respecto a las bonificaciones que estaban vigentes desde julio. Hasta ahora, el sistema se basaba en descuentos porcentuales (del 50% en abonos Avant o del 40% en urbanos) y precios fijos muy bajos para usuarios recurrentes locales (20 euros para Cercanías de un núcleo). El nuevo abono de 60 euros no sustituye a esos títulos para el usuario que solo va de su casa al trabajo en la misma ciudad, pero ofrece una alternativa masiva para quien necesita movilidad interprovincial o combina varios núcleos de Cercanías, acercándose al concepto de movilidad como servicio (MaaS).

Replicando el modelo alemán y austríaco. Aunque el anuncio no los menciona explícitamente, la medida alinea a España con las políticas de movilidad más ambiciosas del norte de Europa, como el Klimaticket de Austria o el Deutschlandticket alemán. La filosofía es idéntica: eliminar la necesidad  de pagar por cada viaje y sustituirla por una tarifa plana que invite al uso ilimitado de la red. 

Con un precio de 60 euros, la propuesta española se coloca en un rango de precios muy similar al abono germano (que subirá a 63 euros en 2026), aunque nace con un hándicap importante: Alemania logró un pacto federal para incluir metros y autobuses urbanos desde el primer día. En España, el Gobierno tendrá que luchar los acuerdos. Otro punto que puede sonar a poco como que no se incluyan trenes AVE o de larga distancia también es común en el modelo alemán.

Vía | El País en X 

Imagen  de Marcelo en Unsplash

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