Era una operación policial contra una red de narcotráfico y de contrabando de tabaco, pero la investigación de las ramificaciones del entramado delictivo ha tenido un giro inesperado cuando han logrado destapar la existencia de una granja de criptomonedas oculta en una nave industrial de Ripollet (Barcelona).
La investigación comenzó en 2022, tras recibir las autoridades información sobre la existencia de un grupo criminal que operaba en la provincia de Tarragona, transportando a las Islas Baleares grandes cantidades de hachís y marihuana procedentes de Almería.
El pasado 21 de febrero, las autoridades detuvieron en Cambrils a un individuo de 30 años, inicialmente investigado por su presunta participación como mero suministrador de marihuana. Lo que los investigadores descubrieron fue que el sospechoso operaba, además, una granja de criptomonedas (concretamente, de bitcoins).
No era la 'maría' la que gastaba, no
La minería de criptomonedas es un proceso que implica resolver complejos problemas matemáticos como medio para verificar transacciones y crear nuevas unidades de moneda, por lo que suele requerir de un considerable consumo de energía.
Esto llevó al sospechoso a defraudar más de 4,5 millones de euros en consumo eléctrico: llevaba tres años conectando ilegalmente 85 ordenadores a la red eléctrica.
Pero fue precisamente ese elevado gasto, desproporcionado para las dimensiones de la nave, lo que alertó a las autoridades sobre las otras actividades que mantenía el sospechoso al margen del narcotráfico... aunque en un primer momento sospecharon que la nave no albergaba más que una plantación de marihuana.
No es la primera vez que las fuerzas de seguridad españolas van a por drogas y vuelven con bitcoins: ya pasó en 2022 en un piso okupado de Alicante, y en 2023 en Santiponce (Sevilla), en otro caso en el que también buscaban una plantación de marihuana.
No dan las investigaciones por concluidas
Volviendo a este tema, la operación inicial (una iniciativa conjunta de la División de Investigación Criminal de los Mossos y de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil) ya había desarticulado en enero la trama principal de tráfico y contrabando, tras realizar siete registros en domicilios de Amposta, Cambrils y Salou, teniendo como resultado doce detenidos y la incautación de 250 kilos de hachís, 50.000 paquetes de tabaco falsificado y 22.000 euros en efectivo.
Pese a eso, las autoridades no consideran la investigación concluida y no descartan más detenciones en el futuro.
Vía | Europa Press
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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