El teletrabajo ha creado dinámicas muy diferentes, tanto en la relación entre trabajadores y coordinadores, como en la relación entre los miembros de un equipo. En este caso, vamos a ver los resultados de una investigación llevada a cabo por la Universidad de Baylor.
El trabajo a distancia, como ha analizado la profesora de gestión en la Universidad de Baylor (de Estados Unidos), Sara Perry, frena los comunes cotilleos de oficina. Y aunque pueda sonar como algo positivo, en realidad, estas conversaciones más banales crean mayor unidad en un equipo.
"Tendrías que llegar más intencionadamente a la gente para conseguir informaciones informales y esto es menos probable que ocurra en el trabajo a distancia", dice la experta. Las personas en las oficinas (bien sea siempre o con formas de trabajo híbrido) pueden entablar relaciones más estrechas y tener más conversaciones que incluyan cotilleos, lo que crea una mentalidad de grupo, de piña, de unidad.
Falta de conexión estrecha
"La falta de una conexión estrecha con los compañeros de trabajo y con los jefes desemboca en un menor sentido de pertenencia y falta de claridad sobre las personas y los procesos de la organización, lo pueden generar más sospechas, incertidumbre y ambigüedad" es una de las principales conclusiones de ese estudio.
Anthony Wheeler, profesor de gestión y decano de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Widener también ha analizado esta nueva realidad: "a medida que las culturas de oficina se debilitan, se forman más subculturas" y con esto se refiere a "más canales de comunicación, más chismes o rumores que tienen sus propias narrativas". En muchos casos, alimentados por suposiciones.
Qué pueden hacer los directivos
Uno de los aspectos que lleva a mayor desvinculación en estos equipos en remoto es que el lenguaje corporal puede faltar por completo en nuestras conversaciones y es positivo tener videollamadas con imagen, al menos.
Bryan Stallings, directivo de Lucid Software, dice que cuando entramos en las reuniones en línea, nos lanzamos directamente al orden del día, pero recomoienda empezarlas de forma distendida, dado espacio a bromas o conversaciones informales para romper el hielo.
Pero no hay que confiar únicamente en las reuniones. En un mundo híbrido, los directivos tienen menos puntos de contacto con los empleados que antes. Se recomienda a los gerentes encontrar la manera de restablecer los canales de comunicación, incluso los informales. Por ejemplo, celebrar periódicamente reuniones individuales con los empleados y con toda la plantilla. Así es más fácil mantener una comunicación abierta y transparente y evitar malos entendidos y malestares.
Ver 4 comentarios