Entrevistas de trabajo (IV): Cómo crear un curriculum ganador

Entrevistas de trabajo (IV): Cómo crear un curriculum ganador
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En la anterior serie de artículos, partía de la base de que ya habíamos conseguido una entrevista de trabajo, y brindaba consejos para triunfar en todas las fases de la misma. Sin embargo, para llegar al punto en el que nos reciben en una empresa, antes será necesario destacar sobre la masa de candidatos que tiene encima de la mesa el responsable de RRHH. Y esto lo conseguimos de dos maneras: con el curriculum vitae y con la carta de presentación. En este artículo vamos a centrarnos en el primero de estos elementos.

La búsqueda de empleo es muy similar a la venta de un producto, pero enfocado a “venderse” uno mismo. Por ello debemos usar técnicas similares a las que usaría una empresa para hacer el marketing de un producto, adaptándolas a las particularidades del marketing personal. Así, un CV se podría asimilar a un folleto tradicional, siendo en este caso el candidato lo que se quiere promocionar.

Marketing personal en el curriculum vitae

Siguiendo la analogía y centrándonos solo en lo fundamental, si observas cualquier folleto informativo de un producto tecnológico lo que se destaca no son las especificaciones técnicas del mismo, sino el valor añadido que les ofrece a los posibles compradores. Es decir, qué ventajas y valores tangibles o intangibles le puede proporcionar al que lo adquiera. Además, dado que los posibles compradores están sometidos a un bombardeo de mensajes publicitarios, el mensaje debe ser breve, claro y directo, o nadie lo leerá. Por fin, un mismo producto se puede vender de modo diferente según la audiencia a la que vaya dirigido el anuncio: no es lo mismo vender a gente joven que a hombres urbanitas de mediana edad, por poner un ejemplo. En marketing siempre hay que adaptar el mensaje al medio y al público objetivo. En cualquier caso debe ser un mensaje atractivo, que cuide el aspecto y las formas.

Del mismo modo para promocionarnos y “vender” nuestras habilidades, en nuestro curriculum deberíamos proceder de un modo similar. Analizaremos brevemente cada una de estos puntos clave del marketing.

Valor añadido

Es importante indicar qué podemos ofrecerle a la empresa que está valorando la posibilidad de contratarnos. Según lo que esté buscando cada empresa pueden ser cosas diferentes. Así, es preciso hacer una lista de cualidades que honestamente poseemos: tenacidad, capacidad de trabajo en equipo, ser resolutivos, pasión por la tecnología, gusto por estar a la última, capacidad para explicar, capacidad para aprender… Hay miles de posibilidades. Fíjate en que no me estoy refiriendo a conocimientos o habilidades, sino a cualidades personales que poseemos y que puede estar buscando un posible empleador.

Dentro de todas tus habilidades técnicas, selecciona aquellas en las que realmente destaques y te motiven para trabajar. Si tienes más experiencia e interés en trabajar haciendo aplicaciones Web, destácalo en el perfil profesional frente a otras cuestiones.
Todavía existen algunas cuestiones más, no relacionadas ni con tus conocimientos ni aptitudes pero capaces de aportar valor por tu parte a una empresa. Son cosas como: ¿participas activamente en algún proyecto Open Source?, ¿escribes tu propio blog y lo mantienes actualizado?, ¿posees alguna certificación oficial?... Todas estas cosas te destacarán sin duda del 99% de la competencia por el puesto, ya que la mayor parte de los candidatos no podrán decir lo mismo. Y todas ellas demuestran implicación, interés, pasión, capacidad y muchas otras cualidades diferenciadoras. No te olvides de ponerlo.

Una selección de las cualidades personales junto con el resumen de nuestras capacidades específicas (más técnicas) y otros datos relevantes para el puesto constituirán un buen perfil profesional, con el que deberíamos abrir el curriculum. Servirá de resumen para los que tengan más prisa, y el objetivo es llamar la atención y hacer que nos recuerden. No debes extenderte demasiado. Como mucho cuatro líneas deberían llegar.

Breve, claro y directo

Es importante ser breve, claro y directo. Un CV no debería jamás ocupar más de dos hojas como máximo (dos caras) a tamaño de letra normal y sin apretujar las líneas para que entre en ese espacio. Si alguien quiere más detalles ya los pedirá en la entrevista, pero teniendo en cuenta la cantidad de currículos que el entrevistador tendrá para revisar, seguro que no se van a leer nada que sea demasiado largo. Así que no cuentes tu vida entera: destaca sólo más relevante y que merece la pena resaltar de todo lo que has hecho. Procura utilizar frases cortas y evita la “literatura”. Esto implica utilizar listas de puntos en el texto, y destacar bien el comienzo de cada apartado.

El típico curriculum que todo el mundo escribe se limita a enumerar cronológicamente los estudios, las empresas en las que hemos estado y las habilidades que tenemos. Un curriculum moderno y bien hecho se aproxima más a un estilo funcional, en el que se da preferencia a las áreas que dominamos frente a la típica estructura cronológica. Refleja aquellas habilidades en las que eres mejor y puedan interesar a la empresa, y sobre todo de las que disfrutas a la hora de trabajar, o acabarás haciendo un trabajo que no te interesa ni motiva.

No mientas. Está claro que uno debe venderse un poco, pero nunca deberías mentir. Tarde o temprano te pillarán en la mentira. Si te descubren en la entrevista vete diciendo adiós a este puesto y los futuros que saque la empresa. Si lo hacen una vez contratado será aún peor, pues tendrás seguro una mala referencia para trabajos posteriores. Es mejor ser sincero, destacar lo que te hace especial y, si te preguntan en la entrevista por una carencia, dar la sensación clara de que puedes ponerle remedio.

Lo que se indique en orden temporal es mejor hacerlo empezando por lo más reciente. Es incomprensible encontrarse con CV de personas que empiezan contándote en qué colegio hicieron la educación primaria y en qué empresa trabajaron allá por el año 1997, algo que con toda seguridad tendrá poca relevancia hoy en día (y más en nuestro sector). Si lo pones, hazlo al final, y procura tener una buena razón para ello. Si no, directamente obvia estos datos.

Adaptar el mensaje

La mayor parte de las personas elaboran un único curriculum, lo cual es un error. Al igual que una empresa debe adaptar sus mensajes de marketing al medio y al público objetivo, un candidato debe adaptar su CV a la oferta de empleo o al tipo de empresa a la que aspira a entrar. Así, no es lo mismo enviar un CV para un puesto de programador que de analista, para hacer aplicaciones web o de escritorio, a una gran consultora o a una PYME, etc…

La idea es concebir el curriculum como un documento modular, en el que podemos quitar o poner piezas según sea necesario. Como mínimo deberíamos tener varias versiones disponibles de nuestro perfil profesional y de los apartados funcionales de la experiencia profesional, pensando en tipos de puesto y en tipos de empresa.

Por ejemplo, si optamos a un puesto de desarrollador Web deberemos destacar cuestiones muy diferentes a si optamos a ser programadores de aplicaciones de gestión. Si queremos entrar a trabajar en una PYME y los ponemos todas las técnicas que dominamos de trabajo en grandes equipos y de cumplimiento de CMMI nivel 3, lo más seguro es que los espantemos y no estén interesados en nuestro perfil.

Teniendo varias opciones para cada área funcional y habilidades, y eligiendo bien en cada caso cuáles utilizar, será cuestión de copiar y pegar en cada caso. Es una lástima que la mayor parte de los portales de búsqueda de empleo que hay en Internet no faciliten la creación de este tipo de CV modular.

¿Te parece mucho trabajo? Es que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo ;-)

Mensaje atractivo

Por último, y no menos importante, el aspecto de nuestro curriculum es fundamental. Al contrario que en un folleto comercial, salvo que seas diseñador y creativo, deberías innovar lo menos posible en este aspecto. Lo ideal es negro sobre blanco y como mucho el uso de negritas y mayúsculas (para encabezados). Nada de colores, bordes llamativos ni nada similar. Si quieres partir de algo hecho, Microsoft ofrece decenas de plantillas de Word para crear curriculums y puedes buscar muchas más en Internet. Elije sabiamente.

Cuida mucho la ortografía: no es admisible que haya faltas de ortografía, abreviaturas innecesarias o malas técnicas de escritura (reiteraciones, mala puntuación…) Y recuerda lo de las frases breves.

Tu fotografía es casi indispensable para que te llamen. Procura que sea lo más neutra posible, tipo carnet y contra un fondo claro. Ni se te ocurra recortarla de las fotos de tus últimas vacaciones. Cuida el aspecto (barba, peinado, atuendo) y que te la haga un fotógrafo profesional. Hoy en día con las cámaras digitales te las pueden repetir las veces que haga falta hasta que salgas bien. Ni demasiado formal (corbata y traje como si fueras a una boda, salvo que el puesto lo requiera), ni demasiado relajado (camiseta de Hommer Simpson). Es fundamental sonreír un poco pero tampoco demasiado.

Un último detalle: la dirección de correo electrónico. Esto parece una tontería pero hay cantidad de gente que usa como dirección para los currículos la misma que usa para hacer el tonto con los amigos. Luego te encuentras con CV remitidos por FiestaATope@hotmail.com o ElPutoAmo@gmail.com. Aunque sea una dirección en un servidor gratuito usa un buzón que lleve algo lo más parecido a tu nombre, y si hace falta créate una dirección nueva exclusivamente para buscar empleo. ¡Son gratis!

Estructura tipo de un CV

Según todo lo que hemos visto, por tanto, una buena estructura para un curriculum vitae podría ser la siguiente:

  • Datos personales: dirección, teléfono, email, página personal… No te olvides de la fecha de nacimiento: es indispensable.
    Perfil profesional: Debes poner un resumen en tres o cuatro líneas de tu perfil como trabajador, cualidades personales relevantes, capacidades técnicas y otros datos de interés. Repasa el apartado sobre Valor añadido.
  • Experiencia profesional: puedes poner las empresas en las que has estado (de la más reciente a la más antigua, que tengan relevancia) o, incluso mejor, por áreas funcionales: director de proyectos, programador, tester… indicando en cada una los hitos más importantes y la empresa y el intervalo de tiempo en la que lo lograste.
  • Formación académica: las carreras y másteres que tengas, o los estudios de mayor nivel que hayas hecho. Obvia la primaria y secundaria salvo que creas que tiene algo de interés por algún motivo. Las certificaciones de fabricantes también tienen cabida aquí.
  • Formación no académica: puedes destacar, según el espacio que te quede, algunos cursos relevantes que puedan interesar para el puesto. Todos hemos hecho muchos cursos, así que no aburras con cientos de líneas diciendo hasta el curso de cocina que hiciste aquel verano: sólo que pueda interesar. Si tienes demasiados y/o no te queda espacio mete una línea resumen en el último apartado del CV.
  • Idiomas: cada vez más importantes. Hay muchas formas de indicar el nivel, pero la más interesante es la que muestra de forma tabular el nivel en cada idioma para lectura, escritura, comprensión oral e interacción oral, según el Marco Europeo Común de Referencia (MECR). En esta es especialmente importante lo de no mentir.
  • Otros datos de interés: enumeración de frases cortas que expresen cuestiones que puedan ser de interés para un posible evaluador: características personales (sociable, resolutivo), actividades relevantes fuera del trabajo (soy campeón de ajedrez de la provincia o tengo un grupo musical), capacidad de movilidad geográfica, asociaciones profesionales a las que perteneces, etc… Sólo lo que creas que pueda tener relevancia, no les cuentes tu vida entera.
  • En resumen

    Un buen marketing no asegura hacer una venta, pero un mal marketing asegura que no vamos a vender. De la misma manera un buen curriculum no asegura que nos contraten, pero uno malo sí asegura que te van a descartar.
    Invierte tiempo en hacer un buen CV, o mejor dicho, en crear los varios módulos que te permitan construir el curriculum más apropiado para cada oferta. Si estás sin empleo, entonces no tienes disculpa para no dedicar tiempo a esta parte fundamental de la búsqueda de empleo.

    Tus posibilidades de entrevistas aumentarán mucho y este es el primer paso para conseguir el trabajo, así que no escatimes esfuerzos.


    Avatar de Carlos Almeida

    José Manuel Alarcón es director de campusMVP.com, especialistas en formación on-line para desarrolladores.

    Es autor de varios libros y desde mediados de los años 90 ha escrito cientos de artículos para las principales revistas del sector como PC World, Windows TI Magazine, etc…

    Puedes seguirlo en Twitter: @jm_alarcon


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    En Genbeta Dev | Entrevistas de trabajo: El previo a la entrevista, Entrevistas de trabajo (II): La apariencia y la actitud personal, Entrevistas de trabajo (III): El desarrollo de la entrevista

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