Estados Unidos teme tanto a la IA de China que ahora vigila cada movimiento de Nvidia para que no sortee las sanciones

China es un mercado gigantesco, y los fabricantes de GPUs buscan el mejor modo de sortear sanciones

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Desde 2022, las sanciones estadounidenses que pesan sobre la exportación de chips han complicado la vida de los fabricantes que buscan vender sus productos en países como China (y a otros rivales geopolíticos de los EE. UU.).

A pesar de ello, NVIDIA (el líder absoluto de este sector) ha estado rápidamente adaptando sus productos para superar las restricciones actuales, introduciendo modelos ligeramente rediseñados exclusivos para el mercado chino.

Este ha sido el caso, por ejemplo, de una versión limitada de la RTX 4090, diseñada para eludir las restricciones sobre el rendimiento total y la densidad de rendimiento, dos métricas clave utilizadas para determinar si una GPU puede ser exportado a mercados restringidos.

Sin embargo, la paciencia de Gine Raimondo, la Secretaria de Comercio de EE.UU., parece haberse agotado:

"No podemos permitir que China obtenga estos chips. Punto. Vamos a negarles nuestra tecnología más avanzada".

Lo dijo hace cinco meses, durante el Foro de Defensa Nacional de Reagan en California, justo antes de enviar un mensaje contundente a NVIDIA y otros fabricantes de chips de inteligencia artificial (IA): que cualquier intento de rediseñar sus productos para eludir las restricciones de exportación a China será frenado de inmediato.

"Si rediseñas un chip que les permite hacer IA, voy a controlarlo al día siguiente".

Este conflicto no es sólo con China; otros países (como Rusia o Corea del Norte) también enfrentan restricciones de exportación, aunque el interés de la potencia norteamericana se centra, claramente, en impedir el suministro al gigante asiático, un país que ofrece un enorme mercado para cualquier fabricante de chips.

Un mes antes de estas declaraciones, la directora financiera de NVIDIA, Colette Kress, había reconocido que aproximadamente una cuarta parte de las ventas de la compañía en su división de centros de datos, que generó 14.500 millones de dólares en ingresos en el tercer trimestre del año fiscal 2024, provienen de países cubiertos por los controles de exportación.

El futuro de la nueva carrera tecnológica

La carrera por la supremacía tecnológica en IA tiene implicaciones significativas para la geopolítica y la economía global, pues la capacidad de un país para liderar en esta área puede influir en su poder económico y militar.

Y es por eso que China necesita chips de IA de alta gama de las empresas estadounidenses (o con vínculos con los EE. UU.) para lograrlo: la importancia de estos chips radica en su importancia para el desarrollo de tecnologías avanzadas como el aprendizaje profundo y las redes neuronales.

De todos modos, eso no es su única baza, pues a medio/largo plazo, el objetivo de China es reducir su dependencia de cualquier tecnología extranjera... y, para ello, las empresas chinas están:

  • Comprando equipos de fabricación de chips estadounidenses para producir semiconductores avanzados por su cuenta.
  • Invirtiendo en la capacitación de una fuerza laboral especializada en esta industria.

Así que parece que, de una manera u otra, China eventualmente podrá producir su propio hardware de alta gama para tareas avanzadas de IA.

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