Como parte de la conocida como Ley Antifraude, Ley 11/2021, la Agencia Tributaria está implementando un nuevo y polémico sistema de facturación para PYMES y autónomos. Se trata de VeriFactu, y lo que se busca desde el Ministerio de Hacienda es estandarizar el sistema para que la Administración pueda verificar las facturas.
No se trata de un software de facturación, sino un sistema mediante el cual la Agencia Tributaria quiere integrar en los Sistemas integrados de facturación (SIF) para reducir el fraude. Lo prioritario es acabar con el software de doble uso que algunos negocios utilizan para llevar una doble contabilidad y maquillar las ventas reales de una empresa ocultando datos a voluntad.
Los autónomos y empresasY según una declaración de la Agencia Tributaria que recoge La Razón, precisamente en los SIF está la clave:
El reglamento no le afectará si los procesadores de texto o las hojas de cálculo se utilizan exclusivamente para introducir los datos de las facturas, expedirlas, imprimirlas y conservar la información.
En la documentación de la Agencia Tributaria se indica que antes del 1 de julio de 2026, los autónomos tendrán que adaptar sus sistemas, siempre que utilicen SIF.
En qué casos no habrá que usar VeriFactu
La aclaración del organismo ayuda enormemente, pues como reconocen expertos como Víctor Pérez, presidente de Adiss, muchas empresas y autónomos tienen miedo y están experimentando confusión ante la posibilidad de ver cómo tienen que cambiar todos sus métodos de facturación, e incluso cómo trabajan con las gestorías.
Con el mensaje citado, la Agencia Tributaria es clara: si hasta ahora usabas un programa como Word o Excel para hacer facturas manualmente, puedes seguir haciéndolo y estás exento de usar VeriFactu y generar códigos QR para cada factura. La clave está en si el sistema que usan a día de hoy se considera SIF, como explica Pérez a La Razón.
Si estamos ante anotaciones manuales y no automatizadas, la actividad no encaja en los supuestos establecidos en la ley y aclarados ahora por Hacienda. ¿Qué supuestos encajan, y requieren VeriFactu, pues? Aquellos en los que hay automatización o dependencia entre datos de facturación. Por ejemplo en hojas de cálculo en las que una factura o registro depende de otros datos recogidos mediante fórmulas o sumatorios complejos.
En este sentido, puede haber casos en los que un autónomo o pyme no esté seguro de qué consideración tiene su sistema de facturación, así que lo ideal es consultar con su gestor y con la Agencia Tributaria. En caso de que se reconozca que la práctica encaja en un SIF, hay que asegurarse de que los programas que usemos están adaptados, pues puede haber multas de hasta 50.000 euros.
Para aquellos autónomos que encajen en los supuestos en los que hay que utilizar VeriFactu, la Agencia Tributaria ya proporciona una herramienta gratuita de facturación para evitar que el cambio de sistema implique un gran desembolso. En esta guía explican cómo utilizarla y ponerla en marcha.
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