Todos los años y desde hace ya más de una década, Bryan Lunduke dicta una conferencia a la que bautizó como "Linux Sucks" o "Linux apesta". En ella se dedica a discutir el estado actual de Linux, y habla sobre las razones por las que Linux es malo y también por las que es bueno, a pesar de lo incendiario de su título.
En esta ocasión le ha tocado dar la charla sin público y desde casa por primera vez, porque coronavirus, pero no por ello ha sido menos entretenida o ha estado menos cargada de realidades, como el hecho de que, en sus propias palabras: "El escritorio de Linux está sufriendo una muerte lenta y dolorosa".
"Esto no pasa al menos que la plataforma apeste"
La charla que ha subido a su canal de YouTube dura una hora y quince minutos. Muchos de los puntos que Lunduke hace son difíciles de rebatir, pero si algo sabe hacer la comunidad Linux es rebatir. Nosotros lo hemos visto todo y hay muchas partes que vale la pena destacar.
Lunduke comienza hablando de cómo Linux se está muriendo en el escritorio. Lo dice simplemente porque tanto la cuota de mercado medida por StatCounter o por NetmarketShare no ha parado de bajar en los últimos años: hoy menos del 2%.
No solo eso, el interés en las búsquedas de "Linux" ha caído exponencialmente en los últimos 15 años. Y aunque el de otros sistemas también, ninguno de forma tan catastrófica: "Si estos números fuesen los mismos para Windows o Mac, todo el mundo estaría gritando que las plataformas murieron".
Razones por las que Linux no apesta
Antes de empezar a listar las razones por las que Linux apesta, Bryan se toma un momento para mencionar a los que no deberíamos culpar su declive en el escritorio:
Ubuntu: dice que aunque también apesta y merece que se burlen de él, es un buen sistema operativo y no es el culpable del declive de Linux.
Gentoo / Arch: dice que aunque sus usuarios son como los veganos de Linux (nunca dejan de decir que usan Gentoo o Arch), el sistema es bueno y ninguno de los dos están hundiendo a Linux, pero los usa tan poca gente que el impacto que tienen es minúsculo.
systemd: dice que aunque estamos llegando al punto en que es imposible usar un entorno de escritorio sin usar systemd y este tiene sus problemas, realmente no registra siquiera cerca de la lista de principales problemas que tiene Linux.
No culpemos a Ubuntu, no culpemos a la falta de juegos
Juegos: Linux lleva un par de años siendo una buena plataforma para videojuegos, hay una tonelada y funcionan bien. La falta de juegos simplemente ya no es un problema. En eso estamos 100% de acuerdo porque es un hecho.
Audio/vídeo: dice que antes era para enloquecer lo difícil que resultaba intentar editar audio o vídeo en Linux, pero ahora hay gran calidad de software que funciona excelente.
Razones por las que Linux sí apesta
Retrocompatibilidad: dice que es un enorme dolor de cabeza tomar software hecho para Linux de hace 10 o 5 años y ejecutarlo en una distro moderna. Cualquier cosa de mínima complejidad o que use una GUI, simplemente no funciona. Mientras la retrocompatibilidad en Windows es simplemente increíble.
"En Linux somos dependientes de los repositorios online, y cuando una aplicación depende de ciertas librerías que empiezan a desaparecer de esos repos, nos encontramos una pesadilla. Y mientras más viejo el software, peor."
Tengo un software ahora y quiero ejecutarlo dentro de cinco o diez años en el futuro ¿Por qué no debería ser capaz de hacerlo? Parte de la belleza del open source es que el código fuente está disponible, por lo que es más fácil mantener vivo el software, de modo que no muera cuando alguien deja de mantenerlo. Excepto que mantener el software en Linux se está convirtiendo en un desafío tan grande que daría igual que fuese privativo la mitad del tiempo. Porque no vas a ser capaz de hacerlo funcionar en un tiempo razonable, a menos que seas un desarrollador, e incluso entonces te va a costar un montón de dolores de cabeza, y vas a romper algo en el camino.
Un sistema operativo manejado por un comité: Lunduke dice que nada bueno sale de los comités, donde todo el mundo opina y todo el mundo tiene una opinión distinta. En Linux nunca hay consenso. "Los mejores proyectos open source son los que han sido dirigidos por un dictador". Cuando hay una o un par de personas dirigiendo el proyecto y diciendo a los demás de forma clara cuál es la visión y qué es lo que hay que hacer. Y si nos ponemos a pensar en esto solo hay que mirar al mismo kernel, o a proyectos como Python por mencionar un par de ejemplos.
Un comité que tiene que complacer a múltiples mega corporaciones: aquí menciona como se une ese anterior problema con el hecho de que empresas gigantes como Google, Microsoft, Huawei, IBM, Intel, Oracle, Sony, VMWare, Uber, etc. son de los patrocinadores más prominentes de la Fundación Linux.
La famosa charla de 2017, desde un Mac
La misma fundación que paga el cheque de Linus Torvalds. Y si todas estas corporaciones te pagan el sueldo, es obvio que vas a intentar mantenerlas contentas a todas. Corporaciones que además compiten entre ellas, que tienen miembros en esos comités, que tienen culturas e ideas diferentes y que todas tienen voz y voto porque dan dinero, pero sin un dictador que tome todas las decisiones.
En parte controlado por las corporaciones, en parte no: en Linux hay un montón de proyectos que trabajan de forma independiente, y al mismo tiempo hay otro montón financiados por corporaciones que controlan en alguna medida lo que se hace y lo que no.
Lo que para Lunduke quiere decir que Linux arrastra todas las desventajas de ser parte de una megacorporación, y a la vez también tiene todas las desventajas de ser controlado por una comunidad semiorganizada.
Al final concluye que la gente de Linux es tonta, y se incluye a sí mismo. Gente como el presidente de la Linux Foundation usando macOS para dar presentaciones en las que habla sobre el año de Linux en el escritorio. Gente que no usa Linux pero promueve Linux, gente que va a conferencias sobre Linux y lleva sus portátiles con Windows o macOS, gente que no usa Linux pero que toma decisiones sobre Linux.
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