Las apps de los bancos españoles empiezan a tomar medidas contra las llamadas fraudulentas. El primero ha sido ING

Copia una función presentada recientemente por una entidad bancaria británica (y que el resto de bancos españoles debería copiar inmediatamente)

ING
1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail
marcos-merino

Marcos Merino

Editor

Las llamadas fraudulentas en España han llegado a un punto crítico que está obligando a actuar a todos los implicados: desde el gobierno hasta las entidades bancarias y tecnológicas. El caso de ING puede marcar (al menos en España) un antes y un después, siempre y cuando no permanezca como una mera excepción

En España, las llamadas fraudulentas se han convertido en una plaga que amenaza tanto a ciudadanos como a instituciones. Las estafas telefónicas en España adoptan múltiples formas: desde falsos reclutadores que se hacen pasar por empresas como Indeed para ofrecer trabajos inexistentes, hasta llamadas comerciales persistentes que rozan lo abusivo.

Lo que antes era una molestia ocasional se ha transformado en una sofisticada red de estafas telefónicas que no sólo ha motivado a que el Gobierno legisle, sino que ya está obligando a que incluso a los bancos tomen medidas inéditas: ING Direct ha sido el primero en dar un paso al frente.

Así, ING ha lanzado una funcionalidad en su app bajo el nombre "¿Quién me llama?", para permitir detectar algunos de estos fraudes: 

"El cliente puede comprobar el origen de la llamada desde el área personal de la aplicación del banco introduciendo el número de teléfono desde el que ha atendido la llamada. La veracidad de la llamada se comprueba en el momento y en el caso de que no sea legítima, ING ofrece indicaciones sobre como actuar de forma segura".

En Reino Unido, el banco digital Monzo ya había implementado hace un tiempo un sistema similar, pero mejor: cuando se abría la app, esta detecta automática el número con el que estamos hablando y notifica inmediatamente si la llamada no es oficial:

"No te estamos llamando. Si alguien dice que lo hace en nombre de Monzo, cuelga ahora".

De este modo, se reduce drásticamente el riesgo de que un cliente realice una transacción bajo presión o engaño. Este tipo de integración proactiva entre canales de comunicación y la app bancaria aún está ausente en la mayoría de los bancos españoles.

Las tecnológicas también hacen su parte

Las grandes compañías tecnológicas no se han quedado atrás. Google ha reforzado recientemente su aplicación de 'Teléfono' en Android con algoritmos de IA capaces de detectar y bloquear llamadas y mensajes sospechosos de forma automática. Esta función antifraude se ha vuelto una herramienta vital en la defensa del usuario.

Por su parte, Apple anunció ayer mismo que ha introducido en iOS 26 una medida más agresiva: todas las llamadas de números desconocidos pueden filtrarse automáticamente, obligando al emisor a identificarse antes de permitir la comunicación. Aunque se trata de un enfoque radical —y puede bloquear también llamadas legítimas—, subraya la gravedad del problema.

Más allá de las llamadas

Las llamadas no son el único canal que utilizan los estafadores. Los SMS fraudulentos siguen siendo uno de los métodos más comunes para robar datos personales o bancarios. A pesar de que algunas apps, como la de Google, filtran mensajes sospechosos, el sistema no es infalible.

Ayudaría mucho el hecho de que los estafadores no pudieran suplantar los códigos alfanuméricos de bancos y administraciones, pero los cambios normativos en ese sentido todavía tardarán más de un año en entrar el vigor.

¿Estamos realmente protegidos?

Con la nueva regulación que entró en vigor el pasado sábado, las llamadas comerciales deben realizarse desde números con prefijos 900 y 800, prohibiéndose los rangos 600 y 700.

El objetivo es facilitar al ciudadano la identificación de llamadas legítimas, aunque esto dista mucho de ser una solución definitiva. Los delincuentes aún pueden recurrir a métodos como el 'SIM Swapping' o el uso de tarjetas SIM desechables para saltarse estos controles.

Aunque las medidas del Gobierno y las iniciativas del sector bancario y tecnológico son bienvenidas, no son suficientes por sí solas. La realidad es que los estafadores siempre encontrarán resquicios legales y técnicos para operar.

Aunque algunos usuarios desconfían por defecto y saben cómo actuar —colgar, abrir la app oficial, contactar directamente—, no todos tienen los conocimientos o la sangre fría necesarios en momentos de incertidumbre.

Por eso, la primera línea de defensa sigue siendo el sentido común del usuario. Por ello, resulta esencial:

  • Verificar el número que llama o envía mensajes.
  • No compartir datos confidenciales por teléfono.
  • Desconfiar de cualquier comunicación urgente o que solicite acciones inmediatas.

Imagen | Marcos Merino mediante IA

En Genbeta | Nos preocupaba y ha acabado pasando: el 98% de los usuarios sigue recibiendo spam telefónico un año después de su prohibición

Inicio