Este hombre compagina su trabajo online a tiempo completo con trabajos en hoteles y aeropuertos que le permiten viajar barato

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La tecnología nos da la oportunidad de integrar en nuestras vidas nuevos modelos de trabajo. Aunque muchas empresas se están empeñando en meternos en oficinas, muchas otras ofrecen flexibilidad total y los empleados aprovechan para llevar a cabo vidas alternativas y rutinas diferentes.

Ya hemos visto que hay muchos trabajadores en remoto que viven en paraísos sin comunicarlo a sus empresas; y también hay gente que se ha dado cuenta de que su trabajo a jornada completa se hace en menos horas de las 40 semanales y han decidido aceptar otro trabajo más para ganar más dinero y aprovechar las horas muertas.

Hoy tenemos la historia de un funcionario cuyo trabajo se volvió remoto. El hombre dice que antes de esto, había estado trabajando en el sector privado unas 80 horas semanales (algo así como dicen los trabajadores que sucede si en España trabajas en una Big Four).

Siendo funcionario, con mucha menos presión y además con la opción de trabajar remoto, decidió que aceptaría un segundo trabajo y que recorrería el mundo. Insider, que se hace eco de esta historia, dice haber corroborado que es cierto, mediante documentos compartidos por el protagonista de la historia.

Por qué trabajar de más para una empresa

En otras ocasiones que hemos publicado este tipo de contenidos, los comentarios de los lectores de Genbeta suelen centrarse en dos asuntos, bastante opuestos. Por un lado en que con estas noticias parece que estemos dando la razón a ciertos directivos de que si la gente trabaja desde casa se pierde el control sobre el trabajador o es menos productiva.

Y, por otro, que estos temas dan la razón a los trabajadores que quieren flexibilidad: si una persona puede entregar las tareas que se le piden haciéndolas en menos horas, qué necesidad hay de forzarnos a estar 8 horas al día en una oficina calentando la silla o conectados desde casa.

En este caso, el protagonista de la historia dice que, antes de esta decisión tuvo otra importante. Cuando trabajaba en el sector privado, en una firma de finanzas, 80 horas semanales y decidió dejarlo. Fue tras la muerte de su propio padre, cuando pensó: "si muero mañana, mi empresa me enviará sus condolencias y, una semana después, mi trabajo se publicará online para buscar nuevos empleados".

Lo califica como un trabajo de lujo, probablemente por los ingresos que le reportaba. Cambió a un trabajo con el gobierno que, con la pandemia, se volvió remoto.

Compaginar un trabajo online y uno físico

"Empecé a pensar en lo fácil que sería trabajar desde cualquier lugar los días que no necesitaba estar en la oficina, y luego desarrollé un plan que cambiaría mi vida. Quería viajar más, pero no podía pagar todos los billetes de avión, así que conseguí un trabajo de temporada en una importante aerolínea".

Lo curioso es que este empleo extra, a diferencia de otras historias que hemos publicado aquí, era físico, no online. Tenía que ofrecer apoyo en tareas varias en un aeropuerto. Eso, además de un salario, le reportaba descuentos en vuelos. Estuve 3 meses. Dice que le daba igual las tareas que tuviera que llevar a cabo porque dejó de importarle "el elogio o la validación externa, se trata de los beneficios".

Luego pensó que también necesitaba poder cubrir los alojamientos. Y decidió buscar un puesto a media jornada en un hotel para obtener los beneficios del hotel. Encontró un lugar donde podía trabajar 15 horas mensuales y le daban descuentos para dormir en la cadena hotelera.

Cómo compagina todas sus tareas

Dice el protagonista de esta historia que su trabajo online es a jornada completa, 40 horas. Mucho menos de lo que hacía en la empresa privada, donde ganaba mucho dinero pero luego no tenía tiempo para gastarlo en su ocio. El trabajo en el aeropuerto es "estacional" y en el hotel es de unas pocas horas mensuales. Y estos no los valora por los ingresos, sino por los beneficios.

Por ejemplo, cuando está en Londres, se levanta temprano, sale a pasear y conocer la ciudad y, por la diferencia horaria con Estados Unidos, comienza a trabajar online a las 4 de la tarde hasta la madrugada.

Reconoce que su trabajo tiene objetivos a largo plazo de cosas que debe entregar y eso hace que no sea muy intenso y que le dé la libertad de autoorganizarse para entregar todo cuando corresponde.

"No les digo a mis jefes en mi trabajo de tiempo completo que trabajo viajando por el mundo. Simplemente no creo que sea asunto de ellos, y prefiero pedir perdón que permiso. Mientras esté haciendo mi trabajo, no creo que realmente importe".

Todo el proceso le ha llevado a rechazar crecer dentro de una empresa, conseguir puestos directivos. En su nuevo enfoque dice que trabaja para asegurar los beneficios que quiere, ya sea seguro médico, vuelos gratis u hoteles con descuento. Quiere libertad y dice que ha hecho 40 viajes en los últimos dos años y que ha respondido a los correos electrónicos sentado bajo la Torre Eiffel.

Imagen | Austin Distel en Unsplash

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