Es programador informático y vive en trenes. Su vida de nómada digital le sale mucho más barata que si viviera en una ciudad

El teletrabajo llevado a su máxima expresión

Publication Cover
3 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

La vida en algunas ciudades de Europa es tan cara que muchas alternativas pueden ser más asequibles que un alquiler en alguna capital. Ya hemos visto cómo gracias al teletrabajo, muchas personas han decidido volver a su pueblo o a lugares más asequibles, encontrando formas de vida más asequibles.

Personalmente, conté mi historia sobre cómo fui nómada digital viviendo en ciudades baratas, lo que me permitió trabajar menos horas para vivir y tener mucho tiempo libre para estudiar idiomas, posgrados y hacer voluntariados o viajar con una mochila por nuevos países.

Hoy hemos conocido la historia de un programador informático muy joven que vive viajando en un tren y que ha contado que su experiencia, sobre ruedas, con su PC, le sale muy barata.

Es Lasse Stolley un chico alemán que recorre unos 1.000 km al día atravesando Alemania de un sitio a otro, gracias a los trenes de la red ferroviaria alemana y en primera clase, por lo que puede dormir cómodamente en los trenes y con un abono anual, el llamado BahnCard 100, que le permite usar este transporte de forma ilimitada. El coste de su 'alojamiento' sobre ruedas: 5.888 euros por su descuento de estudiante.

Una web contando su experiencia

Stolley ha creado una web para contar cómo es vivir en un tren. Aunque hay que decir que no actualiza mucho su blog. Dice que la vida es bastante intensa. Hizo un resumen del pasado año 2023 y ahí cuenta que en primavera del pasado año tuvo que dejar de vivir en el entre por una operación en el pie.

En una entrevista a Business Insider contó que va decidiendo sobre la marcha a dónde ir. Según su estado de ánimo y el clima. Divide el día trabajando y usando sus horas libres para conocer nuevas ciudades y pueblos en sus destinos.

Lleva en esto desde verano de 2022, cuando tenía 16 años y cuenta que sus padres estaban en contra. Gasta unos 10.000 euros al año, entre el costo del abono anual, la comida (que suele comprar en supermercados) y la entrada a museos, piscinas donde explica que es donde se ducha o para pequeños gastos como ropa que le haga falta. Lo cuenta en este post.

Dice que para trabajar lo más importante para él es su ordenador portátil y sus auriculares con cancelación de ruido, para trabajar sin escuchar a los demás pasajeros y el trajín del tren.

Imagen | Leben im Zug

​En Genbeta | Hay jefes pensando que sus empleados están en casa, pero teletrabajan desde un paraíso: los trabajadores cuentan por qué lo ocultan


Inicio