En pleno corazón de Málaga, una nueva modalidad de fraude ha puesto en alerta a ciudadanos y autoridades: multas de tráfico falsas con códigos QR que simulan proceder de la Dirección General de Tráfico (DGT). Lo que a simple vista parece un boletín oficial es, en realidad, una trampa cuidadosamente orquestada para robar datos personales y bancarios.
El engaño: una multa que parece real
Todo comienza de la manera más cotidiana: llegas a tu coche y encuentras una multa en el parabrisas. Nada extraño, sobre todo en una ciudad con tráfico denso y zonas reguladas como Málaga. El papel tiene el formato que cualquier conductor reconocería: encabezados oficiales, logos del Ministerio del Interior y de la DGT, número de expediente ficticio, un mensaje claro que informa de una infracción y la necesidad de pagarla con urgencia.
El documento incluye incluso un código QR, elemento cada vez más habitual en la tramitación digital de gestiones. La urgencia que transmite el texto ("Pague su sanción con descuento en las próximas 24 horas") y el tono oficial de la redacción empujan al ciudadano a actuar rápido.
Esta presión psicológica, unida al miedo de acumular recargos o sufrir consecuencias legales, es clave para que muchas personas no se detengan a verificar su autenticidad.
Sin embargo, detrás de esta aparente legalidad se esconde una estafa bien estructurada: al escanear el código QR, la víctima es redirigida a una página web falsa que imita la de la DGT, con una estética visual prácticamente idéntica. Esta web solicita que se introduzcan datos personales y bancarios para proceder al "pago".
En realidad, no hay ninguna infracción; tan sólo un intento de robo de identidad y de acceso a cuentas bancarias.
Los delincuentes han perfeccionado la técnica hasta el punto de incluir en la web detalles como un "chat de soporte" con logotipos oficiales, diseñado para dar mayor sensación de legitimidad y acompañar a la víctima en el proceso de pago. Todo está enfocado a que la víctima no sospeche nada y complete el trámite cuanto antes.
Además, estas falsas sanciones no son mensajes digitales enviados por email o SMS que uno pueda identificar como spam fácilmente. Se trata de impresiones físicas, colocadas manualmente en vehículos estacionados, lo que añade un aura de autenticidad.
Este fraude aprovecha tanto el desconocimiento general sobre cómo funcionan las notificaciones oficiales como la confianza en símbolos institucionales. Al combinar estos factores con una apariencia bien diseñada y la urgencia emocional, se convierte en una estafa altamente eficaz.
Las señales de alerta
Aunque el diseño de estas falsas sanciones puede confundir, hay varios indicios que permiten detectarlas:
- Errores ortográficos evidentes: Encontramos palabras como "jefajura", "sendito", "derecccion", "apartadp” y "trafico" sin tilde.
- Ausencia de datos clave: No incluyen el número de identificación del agente, ni el lugar exacto de la supuesta infracción, ni datos del vehículo, como matrícula o modelo.
- Importes falsos: Las cuantías no se corresponden con las sanciones oficiales que establece la DGT.
- Confusión institucional: Es la Policía Local, no la DGT, quien impone multas de tráfico dentro de una ciudad.
En conjunto, estos detalles deberían levantar sospechas. Sin embargo, la ansiedad que genera recibir una multa, sumada al ritmo acelerado de la vida cotidiana, puede hacer que estas pistas pasen desapercibidas.
La web falsa a la que nos remite el QR
¿Qué hacer si encuentras una multa sospechosa?
El Ayuntamiento de Málaga y la Policía Local han emitido varias recomendaciones para evitar caer en esta trampa:
- No escanear el código QR si se duda de la autenticidad.
- Comprobar cuidadosamente el texto, buscando errores de redacción o elementos faltantes.
- Contactar con los números oficiales del consistorio (951 926 010 y 010) para verificar la multa.
- Denunciar el intento de estafa a las autoridades si se confirma que se trata de una falsificación.
Además, el Ayuntamiento ha empezado a difundir una imagen del aspecto de una multa verdadera para que los ciudadanos puedan comparar fácilmente.
¿Qué es el "QRishing"?
Este tipo de estafa se enmarca dentro de una tendencia creciente conocida como QRishing —una fusión de 'QR' y 'phishing': se trata del uso malicioso de códigos QR para redirigir a las víctimas hacia sitios fraudulentos. El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ya ha advertido en varias ocasiones sobre este peligro creciente, que ahora ha llegado al ámbito de las sanciones de tráfico.
¿Quién está detrás?
Por ahora, las investigaciones están en curso. La web fraudulenta identificada —dgtmultamalaga.sbs— está alojada bajo un registrador asiático de bajo coste, lo que complica rastrear a los responsables. Aun así, las autoridades locales y la Guardia Civil están trabajando activamente para desmantelar esta operación.
Un riesgo que podría extenderse
Aunque el epicentro del fraude se encuentra actualmente en Málaga, los expertos advierten que este tipo de campañas podrían replicarse fácilmente en otras ciudades (ya ha ocurrido en el pasado). Por eso, es crucial que todos los conductores —malagueños o no— estén atentos y bien informados.
Imagen | Marcos Merino mediante IA