El PP ensalza el valor de la transparencia sin explicar su "nueva" posición sobre la Ley Sinde

El PP ensalza el valor de la transparencia sin explicar su "nueva" posición sobre la Ley Sinde
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Esteban González Pons, el 2.0 del PP, reunió esta semana en la sede de los populares valencianos (donde Camps quiere que se obedezca a su amigo Bill Gates) a responsables locales del partido en el área de comunicación y nuevas tecnologías para preparar un decálogo que el Vicesecretario de Comunicación bautizó como el Manifiesto de Valencia (pdf) y en el que se apuesta por la transparencia total y los derechos de internet.

El problema es que el Manifiesto o decálogo no es transparente pues no concreta como ha explicado aquí muy bien David Duro. La propaganda, los lugares vacíos, las abstracciones para abrir un titular de agencia son ya trucos conocidos (y muy molestos) para el ciudadano exigente que ya se sabe la música de los anuncios.

Nos dice, en todo caso, un joven idealista del partido que en la zona reservada de la Wikiconvención paralela (wiki) se prepara la nueva ponencia sobre Nuevas Tecnologías y que el resultado será revolucionario y vinculante. Una revolución que hará resonar las campanas de la gran Convención popular que se celebrará en Sevilla el 21, 22 y 23 del presente mes y de la que saldrá un PP decidido a defender Internet en el Senado. No me lo creo.

Hablar, escribir y opinar, hoy, desde un partido español sobre derechos de internet cuando se está a punto de abrir el segundo round para la aprobación de la Ley Sinde exigiría en un partido serio, más allá de sueños voluntaristas (o engaños) de un joven dirigente, que se aclare ya si las enmiendas del PP que “suavizan” la Ley Sinde son negociables o innegociables, como debería ser.

Porque nos tememos que en este momento las enmiendas del PP están manchadas de rojo pero no son una gruesa línea roja, más bien son la prueba (en tinta roja) de que se han ofrecido para ser violentadas y sacar a Zapatero del apuro y cumplir con los amigos productores o lobbistas que tienen colocados por ejemplo en el tinglado audiovisual de Madrid. Véase Pedro Pérez.

Más parecen un parche o chapuza de Rubalcaba que un mal menor como aquí ha defendido (cuando no estaban manchadas), por ejemplo, José Cervera. Aquellos papeles impolutos que eran la Línea Maginot (ay, Soraya) son ya un sucio y manoseado parche con el que Serrano va a conseguir arrancar el sidecar legislativo de los lobbies y el embajador (en la LES) del que tira el presidente Zapatero para deleite de Bernardino León que lo observa todo desde el despacho del presidente al que hicieron pasar por la humillación de anunciar que erradicaría la piratería como se erradicó de los mares porque venía Bill Gates y sus colegas del club Bilderberg a cenar y gastar (nuestro dinero). También a hundir un poco más al PSOE.

Un escupitajo elitista (aunque un poco friki y demodé) en la cara del sufrido ciudadano español. Todo aquello lo organizaron el dúo de la Moncloa, las malas lenguas dicen que del Pentágono. Los dos fontaneros que han hundido al PSOE y al Presidente (y espera dos meses más). Toma nota de su plan: No se irán hasta “meter” el control estatal de la red, como hicieron sus primos de Londres con Brown. Ese es el guión y la orden de Washington. Para ello como en UK cuentan con los votos y maniobras colaboracionistas de algunos primos del partido conservador español.

Actos, mentiras, topos del embajador, convenciones, primos, saraos y el marketing que ha enterrado la decencia, la política, la verdad y al ciudadano, que asiste sin poder meter baza ni enterarse de lo que pasa en este juego de partidos cerrados, lobbistas como Olcese y diplomáticos que más parecen directores comerciales o espías de la CIA. Por no hablar de los cuatro amigos burgueses de Sinde insultando al personal.

Ya solo nos faltaba una convención a la americana para provocar. ¿De qué transparencia habla Pons? Cuando no sabemos si se están reuniendo con José Enrique Serrano al margen de su grupo en el Senado. Cuando no sabemos si han mantenido reuniones con los ejecutivos, productores (algunos americanos) y el embajador. Cuando no sabemos si a esas reuniones acude Álvaro Nadal, el popular que le aportaba ideas al embajador para sacar adelante la Ley Sinde. ¿Todavía no lo han cesado?.

Háganos ese favor, Mariano, pues el amigo Nadal, que lo es del embajador y de la Ley Sinde, ya puede decirnos lo que quiera, es nada más y nada menos que Secretario de Economía y Empleo del PP, cargo que requiere, más en estos momentos, de un perfil transparente y sin la sombra de la duda que acompaña al joven Nadal en este asunto… y alguno más.

Asegura González Pons que “si las administraciones pueden saberlo todo de los ciudadanos a través de las nuevas tecnologías, cualquier ciudadano puede también saberlo todo de las administraciones”. Le tomaremos la palabra… desde ¡ya!. Pues aunque los partidos no son propiamente “administración”, no le andan muy lejos, pues son financiados con fondos públicos (pagamos todos) y es en sus sedes donde se deciden los grandes planes urbanísticos (el monopoly que ha hipotecado a una generación de españoles) o reglamentos, disposiciones y leyes de todo tipo como la Sinde. En España todo es aparato de partido, hasta las empresas para colocar a los ex (otra vergüenza nacional).

Pues eso, Pons, queremos saber en nombre de la transparencia que reivindicas, el “Manifiesto de Valencia” y las reclamaciones que de ese gran valor cívico le haces todos los días con buen tino al gobierno de Rubalcaba. Así que no hagas como ellos y cuenta alguna verdad a los ciudadanos digitales:

¿Te has reunido ya (solo o en compañía de otros) con José Enrique Serrano?. ¿En el Senado?. ¿Vuestras enmiendas a la Ley Sinde son negociables o son en su conjunto una Línea Maginot de la que nadie os moverá pues “queremos tener muy en cuenta a la otra parte que es la gente de la red”?.

Esta posición era, por cierto, la que mantenía el propio Esteban González Pons y los sorayos (así les llaman los de Aznar) que algún halcón de la FAES (allí estuvo Olcese) sugieren suavizar para alcanzar un acuerdo promovido por los lobbistas próximos al PP como Pedro Pérez, sin olvidar al presidente del Atlético de Madrid.

Por cierto que no apuntaba del todo mal, un poco desviado en el relato, el redactor de Diariocrítico.com que apunta dos nombres de diputados y freelances de la FAES maniobrando o presionando para aprobar la Ley Sinde.

Una última para Esteban González Pons: ¿Han mantenido miembros de la dirección de PP alguna reunión o conversación con representantes del gobierno de los EE.UU después de febrero de 2010 para hablar sobre la denominada Ley Sinde?. Cuando nos respondas ya hablaremos de tu defensa de la soberanía nacional y los servidores. También de la transparencia que exiges y defiendes.

Foto | Convención Populares 2011

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