El gobierno catalán prepara un complejo acuerdo para regular el consumo colaborativo

El gobierno catalán prepara un complejo acuerdo para regular el consumo colaborativo
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Cuando recorrí los pasillos del Mobile World Congress repetidas veces la semana pasada me crucé varias veces con varias figuras de la política catalana, y supuse que eran simples visitas institucionales del evento con los organizadores del congreso. Parece que no: el gobierno catalán aprovechó la ocasión para hablar con varias compañías ya que está preparando una regulación de la economía colaborativa.

El responsable de esta regulación es Oriol Junqueras, Consejero de Economía de la Generalitat, quien ha colaborado con otras consejerías del gobierno catalán como la de Empresa y Conocimiento o la de Territorio y Sostenibilidad. El objetivo es pulir todos los huecos legales que provocan problemas con empresas como Airbnb o Uber, y al mismo tiempo acabar tanto como la precarización laboral como la economía sumergida que pueden originar este tipo de servicios.

Fuentes de Ara afirman que quieren "dar un impulso especial" a este tipo de economía, comentando que es un fenómeno que "empezó siendo algo informal y hay que aflorarla para que sea algo normal y que sus relaciones con la economía tradicional se fortalezcan".

Los precedentes de Amsterdam: diferenciar bien entre particular y profesional

Amsterdam

La idea era presentar este acuerdo de regulación durante el mismo Mobile World Congress como "una de las primeras grandes decisiones" del nuevo gobierno catalán presidido por Carles Puigdemont, pero las "sensibilidades existentes" que hay entre gobiernos y empresas han obligado a alargar las conversaciones. Si no hay más imprevistos, la iniciativa se podría presentar la semana que viene.

Amsterdam pasó por diferenciar con precisión entre un particular y un profesional

No hay pistas de cómo sería esta regulación en casa, pero podemos ver algo parecido en Amsterdam: la ciudad reguló al detalle la diferencia entre un particular y un profesional poniendo límites claros en las actividades que hace cada uno. Por ejemplo, si en esa ciudad alquilas una casa en Airbnb serás regulado como persona particular siempre que la casa se alquile menos de 60 días por año y a un máximo de cuatro personas. Si te pasas de ese límite, quedas considerado un profesional y estás sometido a las obligaciones pertinentes.

Estaremos atentos a si la Generalitat hace público el acuerdo y a las reacciones de todos los servicios que dependen de él. Compañías como Uber están preparando su retorno a España, así que no dudo en que tampoco se querrán perder la decisión del ejecutivo catalán.

Imágenes | Cambra de Comerç de Barcelona, Moyan Brenn
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