El aislamiento social al que nos llevó la pandemia también trajo mucho teletrabajo, mucho ocio digital (así crecieron las plataformas de streaming) y muchas videollamadas a través de diversas plataformas. Ahí surgió un término nuevo que era la fatiga por Zoom o "zoomfatigue" de la que incluso el fundador de esta empresa habló.
Todo esto ha llevado a investigadores a estudiar formas en las que estos cambios en el trabajo nos pueden afectar. Hace unos días ya nos hacíamos eco de que se calcula que en los ejecutivos dedican una media de casi 23 horas a la semana en ellas, lo que sería más de la mitad de una jornada laboral estándar. Y que evitando muchas de esas llamadas y sustituyéndolas por un mail ganamos en salud y tiempo.
Ahora un estudio conjunto de las universidades de Columbia y Stanford, de Estados Unidos, y publicado en la revista Nature, dice que las videollamadas matan la innovación. Y es que "pensar conjuntamente en nuevas ideas online son menos efectivas que las presenciales". Cuando estamos en una videolllamada nos centramos más en el interlocutor y divagamos menos.
La comunicación a través de la pantalla
Otro estudio de la Universidad de Stanford de 2021 dijo sobre esto que cuando estamos en videollamada hay cosas que realmente nos resultan molestas. Como vernos la cara, por ejemplo, que nos lleva a estar muy pendientes de nosotros mismos. O que la comunicación no verbal es más complicada, porque no siempre vemos los gestos del resto de las personas.
Esto lleva a que en videollamada gastemos más concentración en cosas que realmente nada tienen que ver con el trabajo y ahí es donde se escapa la creatividad.
A pesar de esto, los autores del estudio también dicen que en la mayoría de las interacciones profesionales las videollamadas no difieren sustancialmente de un encuentro en persona. Solo es una versión de peor calidad. Los temas que se tratan son los mismos que si estuviéramos todos en la misma sala o el sentimiento de conexión se mantiene.
Hace unos días también nos hicimos eco de un estudio muy interesante sobre cómo las notificaciones se comen el día de trabajo, en un informe en el que más de 10.000 trabajadores respondieron sobre los problemas del trabajo híbrido.
Dice el informe que "las incesantes notificaciones son una de las máximas distracciones, ya que dificultan el trabajo y eclipsan los procesos. Más de la mitad de los trabajadores se sienten obligados a responder a las notificaciones de inmediato y más de un tercio se siente abrumado por las constantes alertas.
