Ni la IA es capaz de destronar a esta 'arma secreta' de Microsoft: Excel, el software 'aburrido' con el que cosecha millones

Lejos de ser un artefacto obsoleto o un símbolo gris de la burocracia digital, Excel ha evolucionado hasta el estatus de herramienta icónica

Excel
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Marcos Merino

Editor

Desde hace décadas, pocos iconos reflejan tan bien el alma —y las miserias— del trabajo de oficina como una hoja de Excel. Sus filas y columnas, impersonales y repetitivas, se han convertido en el molde que da forma a buena parte del mundo moderno: desde presupuestos empresariales y estudios financieros hasta listas de invitados para una boda.

Cuando Leila Gharani, hoy una 'influencer' global con millones de seguidores gracias a sus tutoriales de Excel, comenzó su carrera, jamás imaginó que su futuro estaría ligado al programa de hojas de cálculo. Ella misma reconoce que Excel

"no es un software que abras y digas: 'Oh, Dios mío, lo amo'".

Y, sin embargo, su vida profesional acabó orbitando alrededor de él, como la de millones de trabajadores en todo el mundo.

Y, lo que resulta aún más relevante: ni la IA generativa ha sido capaz de destronar al viejo Excel de su reinado silencioso pero absoluto. Muy al contrario, la IA parece estar fortaleciendo su posición.

Comprender cómo un software aparentemente 'aburrido' sostiene a una de las compañías más valiosas del mundo obliga a adentrarse en la historia del mismo y en el fenómeno cultural que lo rodea.

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De los sumerios al Excel

La propia idea detrás de Excel tiene raíces milenarias: una tablilla de arcilla encontrada en Irak y datada hacia el 1800 a.C., conocida como Plimpton 322, muestra una tabla de números sorprendentemente similar a las que hoy se generan en un PC. Pero fue en los años setenta cuando se produjo el salto tecnológico decisivo. Dan Bricklin, estudiante de Harvard, imaginó una 'hoja mágica' en la que modificar un número recalculara automáticamente toda la tabla.

Plimpton 322 "Pero por todos los hammurabis, ¿dónde está el icono de 'Autosuma'?"

Así nació VisiCalc, el primer programa de hoja de cálculo para ordenadores personales, que en 1979 convirtió el Apple II en una máquina útil para el mundo empresarial, no solo para videojuegos y educación.

Así que Microsoft no inventó la hoja de cálculo. Tampoco fue la primera en mejorarla. Pero sí fue, desde sus inicios, la más ambiciosa. Cuando otros competidores como Lotus 1-2-3 dominaron el mercado, Microsoft lanzó en 1985 su propia versión mejorada: Excel, inicialmente para Mac (qué ironía). Lo decisivo fue su velocidad y su transición a un entorno gráfico mucho más intuitivo que el de sus rivales.

Excel, además, introdujo innovaciones fundamentales como:

  • El 'intelligent recalc': un algoritmo que recalculaba solo las celdas afectadas, multiplicando la velocidad por 10.
  • El 'print preview', hoy estándar absoluto, que permitía ver cómo quedaría el documento impreso.

Con esto, Excel no solo superó a Lotus 1-2-3: lo desplazó por completo. Pero su victoria vino acompañada de polémica: Microsoft impulsó agresivamente el bundling, empaquetando Excel junto con Word y PowerPoint para crear Microsoft Office, una maniobra que muchos competidores calificaron de anticompetitiva y que acabaría desembocando en un histórico caso antimonopolio en Estados Unidos.

Un ecosistema de miles de millones: Excel como cultura, negocio y deporte

A estas alturas, Excel ya no es solo un software: es un ecosistema económico, cultural y social que mueve millones de dólares y genera fenómenos insólitos alrededor de un programa que, en apariencia, nació meramente para facilitar tareas administrativas... 

Un negocio global

Excel genera cada año miles de millones de dólares de manera directa e indirecta. Por un lado, forma parte esencial de Microsoft 365, un producto que genera más de 88.000 millones de dólares en ingresos empresariales al año y que cuenta con unos 500 millones de usuarios de pago, según las estimaciones mencionadas en el informe original. Aunque es difícil aislar la parte atribuible solo a Excel, resulta evidente que la suite completa sería insostenible sin él-

Pero el negocio no acaba ahí. Excel ha dado lugar a toda una economía paralela que incluye:

  • Consultores especializados que cobran por optimizar modelos financieros o automatizar tareas complejas.
  • Empresas que desarrollan complementos, macros y software específico basado en Excel.
  • Miles de cursos formativos, desde programas universitarios hasta microtutoriales para redes sociales.
  • Servicios corporativos de auditoría, limpieza de datos y análisis basados en procesos construidos dentro del propio Excel.

En este sentido, la historia de la ya mencionada Leila Gharani es representativa: al lanzarse como consultora, pensó que su dominio de Excel sería un recurso secundario... pero pronto descubrió que era la habilidad más demandada por las empresas: incluso cuando la contrataban para enseñar sistemas financieros avanzados, los alumnos insistían en preguntarle por Excel.

Cultura Excel

La cultura en torno a Excel es tan rica como insólita. Alrededor del programa ha surgido una legión de creadores de contenido —auténticos "predicadores de las hojas de cálculo"— que han conseguido transformar algo tan aparentemente árido como una función VLOOKUP o una tabla dinámica en un espectáculo educativo con audiencias masivas.

Dejando de lado los 3 millones de suscriptores de Gharani (en su canal 'XelPlus'), caben destacar creadores de referencia como Your Excel Dictionary* (más de 4 millones de seguidores en Instagram), excelisfun (1,3 millones en YouTube) o Miss Excel (fenómeno viral en TikTok, con cerca de un millón de seguidores).

Todos ellos monetizan su popularidad mediante YouTube, cursos premium, membresías o incluso merchandising, como sudaderas o tazas con mensajes humorísticos ("Eat. Sleep. Query. Repeat.").

A ello se suma un enorme componente comunitario, como los subreddits con cientos de miles de usuarios que debaten trucos, comparten plantillas y exponen retos técnicos. Y eso por no mencionar a los usuarios que emplean Excel como lienzo creativo, desde arte pixelado hasta complejos experimentos de programación.

El deporte del futuro

Pero quizá la faceta más sorprendente del ecosistema sean cosas como el Excel World Championship, un campeonato mundial con sede en Las Vegas y que se retransmite en ESPN, que ha transformado el uso avanzado de fórmulas y funciones en un espectáculo digno de una final deportiva. Este evento presenta:

  • Retos cronometrados extremadamente complejos, donde los competidores deben construir modelos avanzados, resolver puzzles numéricos o recrear comportamientos físicos (como plegar un origami) dentro de Excel.
  • Clasificaciones, eliminatorias, comentaristas y un cinturón de campeón, igual que en el boxeo o la lucha libre.
  • Jugadores estrella, como Michael Jarman, campeón de 2024, o Diarmuid Early, que arrasó en 2025 gracias a su dominio del ecosistema LAMBDA y técnicas avanzadas de modelización.
Excel es, en última instancia, una plataforma. Y las plataformas, cuando alcanzan masa crítica, son casi imposibles de destronar

¿Por qué Excel sigue dominando?

Excel es un software de más de cuarenta años, surgido en una época de disquetes y ordenadores con monitores monocromos, pero mantiene un dominio absoluto en pleno auge de la computación en la nube y la IA. ¿Cómo es posible que una herramienta nacida en 1985 siga siendo el estándar global en 2025?

Las razones no se limitan a la costumbre o a la inercia corporativa —aunque ambas son importantes—, sino a una combinación de ventajas estructurales, históricas, psicológicas y tecnológicas que convierten a Excel en un producto prácticamente irremplazable, incluso frente a rivales tan potentes como Google o OpenAI.

1) Excel está en todas partes

Excel no es solo una herramienta ampliamente usada: es el lenguaje operativo del trabajo moderno. Millones de trabajadores lo utilizan a diario para tareas pequeñas y grandes: presupuestos, previsiones financieras, análisis de datos, inventarios, cálculos estadísticos y decenas de procesos corporativos críticos.

Así que, para que una organización abandone Excel, tendría que cambiar simultáneamente cientos o miles de flujos de trabajo. La realidad es que Excel está tan profundamente integrado en las dinámicas laborales que retirarlo sería tan complejo como reemplazar un idioma.

2) Cuesta escapar de Microsoft 365

Cuando Google lanzó su suite en la nube, muchas empresas vieron una alternativa atractiva. Sin embargo, en ese momento las compañías ya estaban pagando sumas enormes por la suite ofimática en la nube de Microsoft, lo que incluía Excel, Word, PowerPoint y Outlook.

Las consecuencias eran fáciles de ver: Cambiar implicaba abandonar toda la suite completa, migrar archivos, automatizaciones y macros, capacitar a miles de empleados, y reconstruir procesos críticos desde cero.

Para la mayoría de organizaciones, ese cambio era económicamente inviable. Además, existe un potente componente generacional: las personas con capacidad para tomar decisiones se formaron en el ecosistema tecnológico de Microsoft. Es decir, Excel domina no solo por su utilidad, sino también por la estructura institucional que se ha formado alrededor de él durante décadas.

3) Excel es polivalente

Pocos programas logran este equilibrio:

  • Un usuario básico puede usar Excel como una lista.
  • Uno intermedio, para funciones lógicas o tablas dinámicas.
  • Uno avanzado, para macros, modelos financieros o programación funcional con LAMBDA.

Ni Sheets ni las herramientas de IA ofrecen esa combinación de accesibilidad y utilidad.

4) Sheets es bueno… pero

Google Sheets ha logrado imitar casi todas las funciones que usa "el 99% de los usuarios". Sin embargo, tal como admite Jabe Blumenthal, uno de los creadores originales de Excel, la hoja de Google sigue siendo una imitación simplificada: "Sheets tiene el 99% de la funcionalidad que usa el 99% de la gente".

Pero ese 1% restante marca la diferencia:

  • Modelos financieros con millones de celdas.
  • Automatización con macros, VBA o LAMBDA.
  • Operaciones masivas sobre conjuntos complejos de datos.
  • Integración con herramientas empresariales heredadas.
  • Cálculos iterativos o simulaciones avanzadas.

En estos escenarios, Excel sigue siendo insuperable. Y esos escenarios son precisamente los que sostienen el tejido productivo y financiero global. Google Sheets, pese a su facilidad y gratuidad, nunca logró romper esta dependencia. Como recuerda Ray Ozzie, antiguo arquitecto jefe de software en Microsoft:

"Pensábamos que Google Sheets iba a matar Excel, pero no lo hizo".

Además, Google Sheets popularizó la colaboración en tiempo real, pero este tipo de colaboración no resulta adecuada para datos sensibles, complejos o sometidos a control profesional.

En sectores como finanzas, consultoría, auditoría, banca o análisis científico, la capacidad de controlar cada cambio, verificar fórmulas y auditar el proceso es crucial. Así que la misma característica que hace que Sheets destaque lo convierte en una mala opción para quienes manejan datos delicados.

5) La IA está reforzando a Excel

La llegada de ChatGPT y otros modelos generativos se anunció como una posible sentencia de muerte para Excel. ¿Para qué manipular tablas si la IA podía construir modelos enteros con una frase? Pero la realidad ha sido muy distinta:

  • Los modelos de IA se equivocan con cálculos básicos, algo documentado reiteradamente.
  • Los resultados pueden ser inconsistentes o poco fiables para procesos críticos. Como dice Nick Frescas, moderador de la comunidad de Excel en Reddit:

"Paso más tiempo luchando contra proyectos vibe-codificados que integrando IA útil".

  • Las IAs no muestran su proceso interno, lo que impide auditar decisiones. Por el contrario, Excel es comprensible. Reproduce la lógica humana de causa–efecto. La 'transparencia cognitiva' es una de sus grandes ventajas:
  • Una celda tiene un valor.
  • Ese valor proviene de una fórmula.
  • Esa fórmula se puede leer, editar y rastrear.

Sumemos a todo esto que, además, la mayoría de 'competidores' basados en IA no buscan reemplazar Excel, sino construirse encima de él, y que Microsoft, lejos de rehuir esta realidad, la ha abrazado integrando Copilot, que no sustituye a Excel sino que multiplica su poder.

Resumiendo: Excel domina porque es insustituible en demasiados frentes

Google Sheets no lo destronó porque no iguala su potencia ni su control, la inteligencia artificial no lo destronó porque es buen complemento suyo, pero mal sustituto. Y las empresas no pueden abandonarlo porque su cultura operativa entera está construida sobre Excel.

Por eso, incluso en la era de la IA, Excel sigue —y seguirá— estando en el centro del universo laboral.

Vía | Bloomberg

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