La jubilación es uno de los momentos más importantes de la vida laboral de cualquier persona. Después de años de esfuerzo y cotizaciones, llega el momento de recibir una pensión que asegure una vida digna. Pero, ¿qué sucede cuando a lo largo de la trayectoria profesional hay periodos sin cotizar? ¿Esos vacíos reducen drásticamente la pensión?
Para evitarlo, la Seguridad Social dispone de un mecanismo de compensación llamado 'integración de lagunas', una herramienta diseñada para proteger la cuantía de la pensión en los casos en que haya meses sin cotización dentro del periodo de cálculo.
¿Qué es la integración de lagunas?
La integración de lagunas está, de hecho, regulada en el artículo 209.1.b) de la Ley General de la Seguridad Social. En palabras sencillas, permite 'rellenar' los meses en los que el trabajador no cotizó durante los 25 años que se utilizan actualmente para calcular la pensión de jubilación.
Este sistema no debe confundirse con las cotizaciones ficticias, que sí suman tiempo para cumplir los requisitos mínimos de acceso a la pensión (como los años necesarios para jubilarse). Las cotizaciones ficticias se aplican, por ejemplo, en casos de maternidad, cuidado de hijos o servicio militar.
En cambio, la integración de lagunas no suma años de cotización, sino que evita que los periodos sin empleo reduzcan la base reguladora, es decir, la media sobre la que se calcula la cuantía de la pensión.
Cómo se calcula la pensión y dónde entra la integración de lagunas
La pensión se calcula a partir de la base reguladora, que se obtiene sumando las bases de cotización de los últimos 25 años (300 meses) y dividiendo el resultado entre 350. Durante este cálculo, la Seguridad Social aplica la integración de lagunas de la siguiente manera:
- Las primeras 48 mensualidades sin cotización se rellenan con el 100% de la base mínima de cotización vigente en cada momento.
- A partir del mes 49, las lagunas se rellenan con el 50% de esa base mínima.
De esta forma, si un trabajador tiene periodos sin empleo, no se introducen valores 'cero' en el cálculo, sino valores mínimos que suavizan el impacto sobre la pensión final.
Un ejemplo: Mengano ha cotizado 30 años, pero en los últimos 25 años, tuvo un parón de un año completo sin cotizar. Sin la integración de lagunas, esos 12 meses contarían como 'cero', reduciendo la media de su base reguladora. Sin embargo, gracias a este mecanismo, la Seguridad Social rellenará ese periodo con el 100% de la base mínima vigente, de modo que su pensión no se vea tan afectada.
Un mecanismo con un papel social importante
La integración de lagunas cumple una función esencial en el sistema de protección social español. Sin este mecanismo, miles de personas verían reducida su pensión debido a periodos de desempleo o inactividad no voluntaria.
Además, tiene una dimensión social clara: favorece especialmente a las mujeres, que suelen presentar más interrupciones laborales por responsabilidades familiares, y a trabajadores con empleos discontinuos o temporales.
A quién se aplica (y a quién no)
La integración de lagunas se aplica principalmente a los trabajadores del Régimen General de la Seguridad Social, es decir, a asalariados que cotizan a través de una empresa.
Y es que no todos los colectivos se benefician de este sistema:
- Trabajadores autónomos (RETA): no cuentan con integración de lagunas, salvo una excepción muy limitada: los seis meses posteriores al cese de actividad pueden ser cubiertos parcialmente.
- Trabajadores agrarios por cuenta ajena: en el Sistema Especial Agrario solo se tienen en cuenta los periodos realmente cotizados.
- Empleados del hogar: durante el periodo transitorio hasta 2023, no se aplicaba la integración de lagunas para el cálculo de sus pensiones de jubilación o incapacidad permanente.
El hecho de que los autónomos queden excluidos genera un debate importante. Este colectivo, que ya afronta mayores dificultades para acumular carreras largas y estables, sigue sin una cobertura equivalente que proteja sus lagunas de cotización.
¿Tiene futuro este mecanismo?
En 2026 entrará en vigor el nuevo sistema dual de cómputo de la pensión, que permitirá elegir entre dos periodos de cálculo (los últimos 25 años o los 29 mejores de los últimos 30). Este cambio podría alterar la forma en que la integración de lagunas afecta al resultado final, ya que ofrecerá más flexibilidad para excluir años con cotizaciones bajas o inexistentes.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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