Hasta ayer, Google estaba inmersa en un juicio en Estados Unidos que podía cambiar la empresa para siempre. Y todavía se expone a ello, pero ha salvado dos enormes pelotas de partido: tener que vender Chrome o desprenderse del control de Android. En general, hay buenas noticias para la compañía de Mountain View.
Qué ha pasado. Ayer martes, el juez que llevaba el caso, Amit P. Mehta, dictaminó que "no se le exigirá a Google vender Chrome, y el tribunal tampoco exigirá medidas que distancien a la compañía del sistema operativo Android en su sentencia final". La posible venta forzada de Chrome había levantado el interés de muchas compañías, incluso de Perplexity, que quiere convertirse en el Google de la era de las búsquedas de la IA. Aunque sea a base de faroles.
Entonces, qué. Que Google no tenga que vender su navegador no quiere decir que vaya a salir indemne del juicio. La justicia obligará a la compañía a ofrecer información de su buscador a sus rivales, aunque éstos tendrán que cumplir ciertos requisitos para acceder a ella. Se trata de un tesoro para quien sepa aprovecharlo: datos de búsquedas de 25 años, como el índice de búsqueda y la interacción de los usuarios saldrán por primera vez de las fronteras de Google. Detrás de la decisión que da a Google como ganadora, por lo poco que han perdido, está la IA, con ChatGPT como gran exponente:
"Google sigue siendo la firma dominante en los mercados relevantes de producto [de búsqueda]. Ningún rival ha logrado luchar con la cuota de mercado de Google. Y ningún nuevo competidor ha entrado en el mercado. Pero las tecnologías de inteligencia artificial, en particular la IA generativa puede acabar cambiando las reglas del juego".
El mensaje del juez es claro: como estamos en un momento de mucho cambio, no tiene sentido trocear Google, dado que la IA puede dar mucha fuerza a rivales que sí logren hacerse competitivos en el mercado de las búsquedas. La realidad es que Google tiene en marcha planes para seguir siendo dominante en este mercado, como son las Vistas previas de IA o el AI Mode de las búsquedas.
En un comunicado, Google afirma que "discrepa firmemente" de las conclusiones del tribunal, y sobre el hecho de tener que compartir datos de búsquedas con la competencia, explican que les "preocupa el impacto que estos requisitos tendrán en nuestros usuarios y su privacidad".
Ganadores y perdedores, a la vez. Además de Google, de sus rivales en búsquedas, y de posibles compradores de Chrome, si alguien estaba atento a qué pasaba en el juicio eran compañías como Apple o Mozilla, que reciben anualmente cuantiosos ingresos de parte de Google por establecer su buscador como predeterminado en Firefox o en iOS y Safari. ¿Cómo de cuantiosos? En el caso de Apple, se embolsó 26.000 millones en 2024 solo por su acuerdo con Google.
El fallo del juez también cambia esto un poco, porque aunque podrá seguir pagando a compañías según este concepto, no podrá poner la condición de que su buscador se imponga de forma exclusiva. Es decir, que Apple podrá seguir recibiendo dinero de Google si es quien mejor paga, pero tendrá que escuchar ofertas de Bing y otros rivales. Incluso podría recibir dinero de varios a la vez. A DuckDuckGo, rival de Google en búsquedas, no le convence la sentencia: "Google podrá seguir utilizando su monopolio para frenar a sus competidores, incluso en la búsqueda con IA. Como resultado, los consumidores seguirán sufriendo".
Apple es la gran ganadora, porque aunque existe un escenario en el que puede sufrir y en el que Google se retira, lo más probable es que haya más competencia a la hora de querer pagarle por ser el buscador predeterminado. Y puede pedir más dinero o repartir la cesta entre varias compañías, lo que a su vez le daría control.
Foto | appshunter.io en Unsplash