En 2022, Meta anunció a bombo y platillo el lanzamiento de una nueva aplicación de WhatsApp de escritorio para Windows 10 y 11, desarrollada sobre la Plataforma Universal de Windows (UWP). Esta versión marcaba un cambio radical respecto a la anterior, basada en Electron.
En realidad, ésta en realidad nunca había sido una app de escritorio nativa, sino una mera aplicación web encapsulada. La razón por la que muchos dimos entonces la bienvenida a la nueva versión tenía que ver con su rendimiento y funcionalidad:
- Independencia del móvil: A diferencia de versiones anteriores, no requería que el teléfono estuviera conectado para funcionar.
- Rendimiento superior: El consumo de RAM rondaba apenas los 100-200 MB, muy por debajo de los 800 MB que podía alcanzar la versión Electron.
- Menor carga para la CPU: Se observó una caída en el uso de CPU del 60% al 20% al realizar tareas simples como hacer scroll en los chats.
Con todo esto, parecía que Meta finalmente había respondido a las demandas de millones de usuarios que pedían un cliente de escritorio robusto, eficiente y adaptado al entorno Windows.
Sin embargo, ahora, tres años después, Meta ha adoptado una decisión desconcertante, según se hace eco WindowsLatest.com... WhatsApp para Windows 11 abandona el desarrollo nativo en UWP para volver a una implementación basada en web: en este caso, en WebView2, el motor web de Microsoft que utiliza Chromium como base; es decir, una solución prácticamente idéntica al antiguo Electron.
El 'nuevo' WhatsApp de 'escritorio' (Imagen vía WindowsLatest.com)
¿Qué implica este cambio?
- Rendimiento inferior: Según pruebas recientes, esta nueva versión utiliza alrededor de un 30% más de memoria RAM que la versión nativa anterior.
- Más procesos y complejidad: Con herramientas como el Administrador de tareas de Windows se puede ver cómo WhatsApp ahora corre varios subprocesos propios de una app web, como GPU Process, Network, Utility, etc.
- Idéntico a la web: La experiencia que ofrece es prácticamente la misma que la de web.whatsapp.com... solo que en una ventana separada.
- Retroceso en experiencia de usuario: Se pierden las ventajas de una aplicación nativa (mejor integración con el sistema operativo, notificaciones más precisas, menor consumo, llamadas más estables). Lo que antes funcionaba con fluidez ahora puede mostrar lags o glitches típicos de las interfaces web
- Mayor impacto energético: En portátiles, esto se traduce directamente en menor autonomía.
¿Por qué Meta ha tomado esta decisión?
Desde el punto de vista empresarial, tiene una lógica clara:
- Un solo código para gobernarlos a todos: Usar WebView2 permite que WhatsApp mantenga una única base de código compatible con web, Windows y macOS. Esto reduce costes de desarrollo y mantenimiento.
- Menor esfuerzo de despliegue: Al empaquetar el mismo código para distintos entornos, se agiliza la distribución y se pueden lanzar actualizaciones más rápidamente.
Para muchos usuarios, este cambio tan solo representa una gran decepción. Y no solo por lo que implica en términos técnicos, sino porque revela una tendencia preocupante: el dominio de soluciones multiplataforma mediocres sobre el desarrollo optimizado y nativo, incluso en entornos tan masivos como Windows, con más de 1.400 millones de usuarios activos mensuales.
Electron y WebView2, ¿son lo mismo?
Sin embargo, no hemos vuelto exactamente al punto anterior: aunque siguen siendo tecnologías basadas en la web, Electron y WebView2 son diferentes. Electron es un framework que permite crear aplicaciones de escritorio usando tecnologías web. Al empaquetar una versión completa del navegador Chromium (el mismo que usan Google Chrome o Edge), cada app construida con Electron se convierte, en la práctica, en un navegador autónomo que ejecuta una página web local.
WebView2, en cambio, es un componente desarrollado por Microsoft que permite insertar contenido web dentro de aplicaciones nativas. En lugar de cargar su propio navegador, utiliza el que ya está instalado en el sistema operativo: Microsoft Edge, que también se basa en Chromium.
La diferencia clave está en cómo y cuánto se replica el navegador web. Electron lo incluye todo, con sus propios procesos y motor de renderizado; WebView2, simplemente lo toma prestado del navegador preinstalado.
¿Qué implica esto para tu ordenador?
Uno de los grandes problemas de Electron es su voraz apetito por la memoria RAM. Al empaquetar todo Chromium con cada app, el resultado puede superar los 500 u 800 MB tras unos minutos de uso, como en el caso del antiguo WhatsApp Desktop. Además, cada app basada en Electron actúa como un navegador independiente, por lo que tener abiertas tres aplicaciones como Spotify, Slack y WhatsApp equivale a tener tres navegadores corriendo en paralelo.
La experiencia de usuario también se ve afectada. Las aplicaciones Electron, al no estar integradas con el sistema operativo, pueden mostrar lentitud, sobre todo en acciones tan simples como desplazarse por una lista de chats o abrir una imagen.
WebView2, al compartir recursos con Edge, reduce este consumo... aunque sigue siendo más pesado que una aplicación completamente nativa: por ejemplo, la nueva versión de WhatsApp para Windows 11 basada en WebView2 consume aproximadamente un 30% más de RAM que su antecesora desarrollada en código nativo UWP. La brecha es especialmente visible en computadoras con hardware más modesto o portátiles con batería limitada.
- ¿Y qué pasa con el tamaño de las aplicaciones? El tamaño de instalación de una app basada en Electron es mucho mayor, ya que incluye su propia copia del navegador. Esto significa más espacio ocupado en disco y actualizaciones más pesadas. WebView2, al reutilizar el navegador del sistema, requiere algo menos de almacenamiento.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | Tras 15 años diciendo que nunca tendría publicidad, WhatsApp empezará a mostrar anuncios. Así serán