Hay quien cree que las webs basadas en PDFs son la alternativa a la actual WWW, echada a perder por culpa de la publicidad online

Hay quien cree que las webs basadas en PDFs son la alternativa a la actual WWW, echada a perder por culpa de la publicidad online
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El formato PDF es omnipresente en nuestro día a día digital; usarlo no tiene, por tanto, nada de extraño. Pero, ¿y usarlo como modo de protesta contra el estado de la actual World Wide Web? Ah, eso es otra cosa.

A comienzos de este año, un autor conocido únicamente como 'James' lanzó una revista online denominada Lab6.com, dotada de una particularidad: sería lanzada en PDF… íntegramente en PDF.

Es decir, la portada (un mero índice de los tres números lanzados hasta ahora) es un PDF; cada uno de los números está contenido en otro PDF; y lo único ajeno a este formato es el fichero XML del feed RSS de la publicación. Pero nada de HTML, nada de CSS, nada de JavaScript.

"¿Por qué el PDF, te preguntas? No es porque sea un gran formato. El PDF tiene muchas deficiencias. Pero su fría e inmutable naturaleza estática se opone a la dinámica y mercenaria Web basura".

EstasSonMisRazones.pdf

'James' expone en el número 0 de su publicación estos y otros argumentos para basar un sitio web en el formato PDF:

  • Los PDFs son auto-contenidos y 'offlineables': Puedes archivarlos y confiar en que permanezcan estables y legibles en el futuro, sin necesidad de gestionar dependencias externas (imágenes y scripts que no cargan, archivos multimedia o tuits insertados que han sido borrados, etc).

"No puedes acabar con un PDF sencillamente desactivando una API".

  • Los PDFs son archivos: James recalca el hecho de que los archivos constituyen una libertad básica, en la medida en que representan el control total del usuario sobre una información cada vez más resguardada detrás de las APIs.

"Puedes verificar su integridad, puedes firmarlo y gestionar su autenticidad; puedes hacer una copia de seguridad y distribuirlo fácilmente; puedes analizar su contenido y convertirlo a otro formato…".

Lab6
  • Los PDFs están descentralizados: Al estar autocontenidos, no dependemos de que estén alojados en un determinado alojamiento o dominio. Además, no dependen de ningún navegador "… pero pueden ser leídos fácilmente por la mayoría de ellos".

  • Los PDFs y su ecosistema de herramientas ya existen: "No dependemos de ningún repositorio de GitHub abandonado y de ninguna versión 0.1".

  • Los PDFs son un estándar abierto: Un estándar estable y disponible gratuitamente, como demuestran la gran cantidad de lectores y editores open source que existen.

  • Los PDFs son parte de la Web: "Lo son tanto como el HTML", recuerda James, "y soportan los hiperenlaces" igual de bien.

  • Los PDFs se basan en páginas: Para James, esto conecta con otra libertad fundamental del usuario informático, la de poder saber en todo momento qué parte del documento estamos visualizando. Esto se opondría a la actual moda del scroll infinito, que roba al usuario el control de la experiencia de lectura, dificultando saber dónde termina el contenido que nos interesaba.

"Las capacidades semánticas de HTML se sobredimensionaron: un PDF etiquetado resulta igual de efectivo para todos los propósitos prácticos. Quizás el HTML admita metadatos más ricos, pero los metadatos son una mierd*"

James reconoce que los PDFs cuentan con una serie de desventajas históricas, pero afirma que la mayoría se han ido mitigando con el tiempo: aspectos como el peso del archivo (cada vez más igualados por las actuales webs llenas de cantidades ingentes de JavaScript), su baja accesibilidad (ahora es posible generar PDFs compatibles con lectores para discapacitados visuales), sus problemas de lectura en pantallas pequeñas (ya existen PDFs adaptables), etc.

Una web ni revolucionaria ni consumista: mejor de la buena y vieja clase media

James sostiene que la publicidad "ha envenenado la semántica de la web", haciendo que todo gire en torno al SEO, y que nuestras búsquedas nos lleven a contenidos de falso interés humano, diseñados para girar en torno de toneladas de anuncios, distracciones, avisos de cookies, invitaciones de suscripción a boletines, herramientas de seguimiento, etc.

Y ni siquiera toda la culpa es del HTML, claro: porque ahora la WWW también se basa en tecnologías como Web GL, Web Sockets, Web Assembly, Web RTC, Web NFC, Web Storage, etc. James cita a Drew DeVault cuando éste afirma que "resulta imposible construir un nuevo navegador web" porque

"la complejidad de la Web resulta obscena: desarrollar un nuevo navegador web sería comparable en esfuerzo al programa Apollo o al proyecto Manhattan".

Además, denuncia que incluso el HTML se está quedando atrás frente a la nueva WWW basada en aplicaciones móviles. Desde su punto de vista, el viejo mercadillo local que era la antigua WWW se ha convertido en una excursión guiada por un brillante y desmesurado centro comercial en la que no tenemos libertad ni para elegir nuestro itinerario de navegación.

Pero James es escéptico ante las constantes promesas de nuevas tecnologías experimentales y libres que nunca funcionarán si no se convence a la mayoría de los internautas de "sumarse a su nueva red y convertirse en técnicos de software" para aprender a utilizarla".

"La población de Internet está notablemente polarizada, con una élite de magos hackers que usan cosas como IPFS, y los no técnicos cautivos que nunca ven nada fuera de la app de Facebook".

Para James, la solución no está en esa élite ni en sus propuestas revolucionarias, sino en los buenos y viejos estándares de la WWW de toda la vida, y en volver a crear una "clase media de usuarios no comerciales, que no eran exactamente técnicos, pero aún así eran capaces de autopublicar".

Vía | The Register

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