Nvidia necesita de energía nuclear para estar a la altura de la demanda de la IA. Una startup de Bill Gates será quien la proporcione

En la era de la IA, tal vez el futuro de la computación dependa tanto del silicio... como del uranio

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Marcos Merino

Editor

La inteligencia artificial (IA) no solo está transformando cómo trabajamos (o el mero hecho de que trabajemos o no): a estas alturas, también está reconfigurando el panorama energético global. Y es que el auge de los centros de datos y el cómputo intensivo (y creciente) que la IA generativa requiere está impulsando una creciente demanda de energía.

En este contexto, Nvidia —el gigante de los chips gráficos que en los que se basan la mayoría de los sistemas de IA actuales— ha encontrado una respuesta inesperada: la energía nuclear.

TerraPower: la visión atómica de Bill Gates

Nvidia, a través de su filial de capital de riesgo NVentures, acaba de unirse a una ronda de financiación de 650 millones de dólares de TerraPower, una empresa de energía nuclear fundada por Bill Gates que está desarrollando una clase de reactores modulares avanzados, conocidos como Natrium, que prometen ser más seguros, eficientes y rápidos de construir que las plantas nucleares tradicionales.

Los reactores Natrium se combinan con sistemas de almacenamiento de energía basados en sales fundidas, lo que les permite ajustar la generación eléctrica según la demanda. El primer proyecto ya está en construcción en Wyoming, junto a una antigua planta de carbón, y espera comenzar a producir electricidad para 2030.

Una IA hambrienta de energía

La IA se ha convertido en una de las tecnologías más relevantes en la actualidad, pero también en una de las más exigentes desde el punto de vista energético. Y es que entrenar modelos de lenguaje como GPT, ejecutar sistemas de recomendación, análisis predictivo o mantener asistentes virtuales activos las 24 horas requiere una enorme cantidad de potencia de cálculo... una potencia que, en última instancia, necesita electricidad para funcionar.

Un solo modelo de IA de última generación puede consumir decenas de megavatios-hora durante su entrenamiento, lo que equivale al consumo energético de cientos de hogares durante un mes. A esto se suma la operación continua de millones de chips en centros de datos a nivel global, muchos de los cuales utilizan GPUs desarrolladas por Nvidia.

Este aumento vertiginoso de la demanda ha causado que el sector tecnológico reevalúe sus fuentes de energía: las energías renovables como la solar o la eólica no siempre ofrecen una producción constante ni suficiente para alimentar infraestructuras críticas que no pueden permitirse interrupciones. Es aquí donde entra en juego la energía nuclear, y en particular, las soluciones modulares como las que propone TerraPower.

Nvidia ha identificado claramente esta necesidad y, con su inversión en TerraPower, no solo busca diversificar sus intereses energéticos, sino garantizar el suministro eléctrico futuro para las instalaciones que dependen de sus chips

Una tendencia más amplia

De cualquier modo, la tendencia no es exclusiva de Nvidia. Empresas como Amazon, Microsoft y Google ya están desarrollando estrategias similares, reconociendo que para seguir innovando en IA, necesitan asegurar una base energética firme, limpia y escalable: en muchos casos, están optando por acuerdos a largo plazo con proveedores de energía nuclear o participando directamente en la financiación de nuevas plantas.

Amazon, por ejemplo, construirá un centro de datos junto a un reactor nuclear en Pensilvania; Microsoft trabaja para reactivar la planta de Three Mile Island; y Google ha apostado por Kairos Power.

El renacer de la energía nuclear

El impacto ambiental de la IA también está bajo el escrutinio público. El uso de generadores diésel como solución temporal para alimentar supercomputadoras —como el caso de xAI en Memphis— ha generado controversia e incluso demandas por contaminación. Frente a esto, los pequeños reactores nucleares emergen como una alternativa que puede ofrecer energía estable sin emisiones contaminantes.

Así que, tras décadas de estancamiento y polémicas, la energía nuclear parece estar experimentando un renacimiento en EE.UU. y algunos países eruoepos. Esto se debe, en parte, a un cambio en el contexto político.

No obstante, aún persisten retos. TerraPower ya retrasó hace un tiempo su cronograma debido a problemas en la cadena de suministro tras la invasión rusa a Ucrania, y expertos advierten que los SMRs todavía deben superar algunos retos económicos y técnicos para poder ser competitivos a gran escala.

Vía | The Register

Imagen | Marcos Merino mediante IA

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