El sector tecnológico mundial vive una paradoja. En Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, las grandes tecnológicas siguen reduciendo plantilla y frenando la contratación. Pero en España ocurre justo lo contrario: las ofertas de empleo en tecnología crecen a doble dígito y ya suponen una parte importante del mercado laboral. Mientras Silicon Valley despide, aquí se contrata.
Desde mediados de 2022, las tecnológicas estadounidenses han protagonizado despidos masivos que, en suma, superan el medio millón de trabajadores. El auge de la inteligencia artificial frenó durante unos meses la caída, pero el impulso se ha estancado. Y lo que viene no apunta a ser bueno.
El empleo tecnológico crece en España. Por el contrario, según datos de la Fundación Cotec para la Innovación, España ha creado casi medio millón de nuevos empleos tecnológicos desde 2013, y la mitad de ellos han llegado después de 2020. Madrid, Navarra y Cataluña concentran el mayor peso del sector, con más del 9% del empleo total vinculado a actividades digitales. Eso sí, sabemos que la compensación técnica es trimodal, e influye enormemente en qué escalón te encuentras. Un ingeniero puede cobrar 35.000 o 130.000 euros haciendo el mismo rol.
El ritmo de creación de empleo es tan alto que las empresas no logran cubrir todas las vacantes. En España, más del 30% reconoce tener dificultades para encontrar perfiles cualificados, según Randstad. No se trata solo de expertos en inteligencia artificial: también faltan programadores, especialistas en datos o técnicos en ciberseguridad. El informe ‘El Futuro del Talento en Inteligencia Artificial y Data en España’, elaborado por INDESIA, apunta que en 2023 quedaron sin cubrir 5.000 ofertas en estas áreas, mientras las universidades solo formaron a unos 6.000 profesionales.
Ante la escasez, formación interna. Cada vez son más los programas de reciclaje profesional y los acuerdos con universidades para acelerar la capacitación en cloud, datos o desarrollo de software. El objetivo es no depender de un sistema educativo que todavía no genera talento al ritmo que el mercado necesita.
El efecto de la IA. En Estados Unidos ya se están viendo despidos entre ingenieros y programadores júnior a medida que la automatización gana terreno. En España esa ola aún no ha llegado, pero los expertos creen que podría hacerlo si la tecnología avanza más rápido que la formación. De momento, el país sigue siendo una excepción: mientras en el norte global el empleo tecnológico se contrae, aquí vive su mejor momento.
Imagen | Hardik Pandya y Sasha Pleshco en Unsplash