Internet ha amanecido hoy sumido en un caos tecnológico. Una interrupción masiva del proveedor en la nube Amazon Web Services (AWS) —la columna vertebral de gran parte de la red moderna— está dejando fuera de servicio a decenas de aplicaciones online y plataformas en todo el mundo.
Desde aproximadamente las 9 (hora española), los usuarios han detectado que servicios como Snapchat, Fortnite, Roblox, Duolingo, Alexa, Canva y hasta el propio Amazon.com sufren fallos o están, directamente, inaccesibles.
De hecho, en cuestión de minutos, la web de monitorización de caídas Downdetector se ha convertido en un mosaico de picos rojos: un breve vistazo al caos que ahora se extiende por buena parte de la Red:
Amazon ha confirmado oficialmente que la región US-EAST-1, localizada en Virginia del Norte, está experimentando "tasas elevadas de error y latencias" en múltiples servicios clave, entre ellos Amazon DynamoDB y Amazon EC2, que proporcionan la base de datos y la potencia de cómputo para miles de empresas.
En otras palabras, lo que se está cayendo no es sólo una página o una app: es la infraestructura que las sostiene a todas.
🌍 Efecto dominó en todo el mundo
La magnitud del impacto es enorme. Servicios completamente distintos entre sí —desde videojuegos hasta apps bancarias— están experimentando fallos simultáneos. Sin ánimo de exhaustividad, entre los afectados figuran:
- Redes sociales: Snapchat.
- Juegos y plataformas online: Fortnite, Roblox, Epic Games Store, Clash Royale, Clash of Clans, Rocket League, VRChat, Rainbow Six Siege, PlayStation Network.
- Educación y productividad: Canva, Duolingo.
- Servicios de Amazon: Alexa, Amazon.com, Prime Video, Ring.
- Finanzas y streaming: Venmo, Robinhood, Chime, Coinbase, Crunchyroll.
En redes, los usuarios comparten su cabreo, denunciando, por ejemplo, que sus dispositivos Alexa responden con mensajes de error o simplemente guarda silencio. "Mi asistente no puede ni apagar las luces", escribe un usuario. Otros afirman que rutinas domésticas y alarmas programadas han dejado de funcionar.
El epicentro: Virginia del Norte
No es casual que el incidente se origine en US-EAST-1, una de las regiones más críticas de la red global de AWS. Este gigantesco clúster de centros de datos en Virginia del Norte no solo aloja miles de servicios, sino que también gestiona componentes internos que otras regiones necesitan para operar correctamente.
Por eso, aunque Amazon organiza su infraestructura global en zonas geográficas independientes, una caída en US-EAST-1 puede tener efectos en cascada en todo el planeta. De hecho, informes preliminares indican que plataformas alojadas en Europa, Asia y Sudamérica también están experimentando interrupciones parciales.
Así evoluciona la crisis
Según The Verge, el panel de estado de AWS registró los primeros informes de error a la 9:11 de la mañana, y apenas 40 minutos después Amazon ha emitido una actualización:
"Estamos trabajando activamente para mitigar el problema y comprender su causa raíz. Proporcionaremos una nueva actualización en 45 minutos o antes si tenemos más información".
Desde entonces, la empresa ha estado publicando comunicados intermitentes, mientras sus ingenieros intentan aislar el fallo. Fuentes no oficiales apuntan a problemas en la capa de enrutamiento interno o en la sincronización de servicios de red, aunque Amazon aún no ha confirmado ninguna hipótesis.
La nube: un gigante con pies de barro
La caída pone de relieve algo que los expertos en infraestructura llevan años advirtiendo: la dependencia excesiva de un número reducido de proveedores de nube. Amazon Web Services controla casi un tercio del mercado global, y junto a Microsoft Azure y Google Cloud domina el grueso del tráfico y almacenamiento de datos del planeta.
Esa concentración, que aporta eficiencia y escalabilidad, también crea puntos únicos de fallo. Cuando un centro de datos de Amazon falla, la onda expansiva se siente en miles de empresas, desde startups hasta gobiernos.
Hoy, millones de usuarios están comprobando lo que normalmente pasa desapercibido: que 'la nube' no es sino un puñado de centros físicos interconectados que pueden dejar de funcionar en cualquier momento.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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