Una turista de Estados Unido ha compartido su experiencia viajando por Euskadi: "Mi marido y yo reservamos un viaje de un mes a San Sebastián, una preciosa ciudad costera de España". Para conocer bien la ciudad, decidieron reservar un alojamiento en Airbnb para todo un mes pero luego se arrepintieron de su decisión: "Nos pareció más pequeña y más concurrida de lo que esperábamos. Al cabo de cuatro días, sentimos que ya habíamos visto todo". Tanto que a los 10 días se fueron.
La pareja había estado antes en Londres y en París. Tras la vorágine de esas capitales dicen que con una población de menos de 200.000 habitantes, San Sebastián parecía el refugio perfecto. Luego cuentan que sí les pareció muy bonito el paseo marítimo (su alojamiento estaba a tan solo dos minutos a pie de la Playa de la Concha) y el casco antiguo, "con sus encantadoras calles empedradas, su arquitectura histórica y sus interminables bares de pintxos (tapas)".
Pero después de unos cuatro días, "sentimos que se nos estaban acabando las cosas que hacer" afirma la turista. Después de pasar varios días explorando la zona, ya habíamos tachado de nuestra lista casi todo lo que queríamos ver y hacer durante nuestro viaje.
No podíamos quitarnos de la cabeza la sensación de que habíamos cometido un error al alquilar un apartamento para todo el mes."Para intentar combatir nuestras dudas, reservamos una visita guiada en autobús por la ciudad. También hicimos una excursión de un día a Bilbao, una ciudad portuaria más grande situada a una hora y 20 minutos en autobús de San Sebastián. Esperábamos que estas excursiones nos revelaran nuevas y emocionantes razones para quedarnos" pero dice que eso no sucedió.
"Hay demasiados turistas"
Una de sus quejas es que había mucho más turistas de lo que esperaban (se les debió olvidar que España es uno de los países del mundo que más turistas recibe cada año). Según sus palabras: aunque San Sebastián es un destino turístico muy conocido, "pensamos que habría pocos turistas, ya que no es tan grande como otras ciudades de España".
Entre sus quejas están la de tener que esquivar a las multitudes para entrar en las famosas iglesias, algo que "no fue precisamente una experiencia espiritual". También que "encontrar un buen sitio en la playa en un día cálido podía parecer una misión imposible". Tampoco subieron en funicular al Monte Igueldo porque las colas eran demasiado largas. Cabe aquí decir que estuvieron en la ciudad vasca en pleno verano, que es la temporada alta en la que millones de personas de todo el mundo viajan a destinos como este.
Otra queja es la gastronomía de la región. Comentan que había una oferta interminable de pintxos por toda la ciudad, "pero nuestra dieta nos impedía disfrutar de una gran variedad de ellos". Y es que ambos llevan una dieta "principalmente vegana" aunque dicen que sí comen algunos mariscos pero en general no encontraban en las tascas alimentos que pudieran comer. "Deberíamos haber investigado más sobre la gastronomía en lugar de dar por sentado que encontraríamos suficiente variedad" explica la turista.
"Sin embargo, antes incluso de llegar a la mitad de nuestra estancia, ya estábamos listos para seguir irnos, explica" y advierte a otros viajeros que solo se necesitan tres o cinco días para disfrutar plenamente de la ciudad. Tras diez días dejaron su Airbnb. Obviamente, no les devolvieron el dinero de los días que no utilizaron de su Airbnb, "lo que nos costó miles de dólares. Pero aun así, mereció la pena marcharnos antes, porque el tiempo no tiene precio".
Vía | Directo al Paladar
Imagen | Foto de Mykhailo Volkov en Unsplash