La comisión de expertos del Ministerio de Trabajo ha terminado lo que le encargó Yolanda Díaz. Tenían que calcular calcular cuánto debe subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2026 para cumplir con la Carta Social Europea, y ya han presentado los números, tal y como cuenta elDiario.es
Este año la novedad no es solo la cifra, sino la letra pequeña: los expertos han planteado dos escenarios distintos dependiendo de si Hacienda decide gravar a los que menos ganan. Ya el año pasado fue un aspecto muy polémico si aplicar o no la exención de tributar el IRPF, y de cara a 2026 apunta a volver a ser un aspecto polémico.
La opción conservadora: 1.221 euros. El primer escenario que plantean desde Trabajo es continuista. Si el Gobierno decide mantener la exención fiscal actual (es decir, que quien cobra el SMI no pague IRPF), la subida recomendada es del 3,1%. Esto dejaría el sueldo mínimo en 1.221 euros brutos mensuales en 14 pagas, frente los 1.184 euros actuales. Buscan que el mínimo siga representando el 60% del salario medio neto del país.
La opción con impuestos: 1.240 euros. En Trabajo calculan que si el SMI pasa a tributar en el IRPF por primera vez, la subida bruta debe ser mayor para compensar lo que se lleva Hacienda y que el trabajador no pierda poder adquisitivo real. Por ello, proponen una subida del 4,7%, que dejaría el sueldo en 1.240 euros brutos al mes. Tanto Hacienda como los sindicatos ven oportuno acabar con la excepción fiscal, así
Los sindicatos quieren más, la patronal mucho menos. Como es tradición, las posturas de los agentes sociales están a años luz. CCOO y UGT no se conforman con la propuesta de los expertos y exigen una subida del 7,5%, hasta los 1.273 euros, argumentando que la exención fiscal actual discrimina a quienes ganan solo un poco más del mínimo. La CEOE y Cepyme quieren una subida del 1,5% (unos 18 euros más). Alegan que el SMI ya está "sobredimensionado" y ha subido por encima de lo razonable en los últimos años.
El Gobierno decide. Ahora empieza el baile de las negociaciones, pero con un detalle importante: el Gobierno no necesita el permiso de nadie. Aunque Trabajo se sentará con patronal y sindicatos buscando el acuerdo, la realidad legal es que la fijación del SMI es competencia exclusiva del Ejecutivo vía decreto. No hace falta votación en el Parlamento ni firma de la CEOE. Teniendo en cuenta los precedentes, lo más probable es que el Gobierno tome las cifras de los expertos (entre 1.221 y 1.240 euros) como base para aprobar la subida.
Imagen | La Moncloa e Ibrahim Boran en Unsplash