Roberto Gamboa se definía como "trafficker digital", y decía estar "haciendo historia, creando de cero el cambio que otros nos niegan en el mercado de oportunidades más grande de la historia de la Humanidad, y formando la comunidad más libre y unida del mundo".
La realidad es muy distinta según el juzgado de Primera Instancia 52 de Madrid, que le va a obligar, por primera vez en España en un caso de este tipo, a devolver 4.840 euros al demandante, un usuario que le denunció por estafa. Ha tardado en llegar, pues ya hace 4 años, el youtuber Tamayo "desmontaba" a Gamboa en un vídeo de más de 20 minutos. Por su parte, Gamboa se defendía de todas estas acusaciones afirmando que todas estaban basadas en el odio.
La realidad detrás del "máster" del "trafficker digital"
La víctima de estas prácticas, según detalla El Mundo, fue un hombre de 48 años y trabajador de Correos, que tras ver algunos vídeos, quiso hacer el curso. Pero la cosa olía mal desde el comienzo. Le obligaron a pagar 121 euros por hacer una entrevista para cribar a los mejores, cuando en realidad seleccionaban a todo el mundo que quisiera. Tras pasar esa entrevista, y sin ningún tipo de garantía de éxito, el demandante pagó los 4.840 euros del curso.
La realidad de Gamboa era muy diferente a la prometida. En primer lugar, el master no estaba homologado por ninguna institución. En segundo lugar, el líder del proyecto no tenía más que un FP en Informática. Eso sí, hizo creer que todo sería mucho más grande, realizando una gran inversión publicitaria en Google y motivadores reels y una imagen de triunfador.
Convertirte en eso mismo es lo que prometía a sus alumnos. Sin embargo, los cursos estaban completamente vacíos, como acostumbran últimamente los que proceden de esta suerte de personajes de Internet. El juez le ha condenado por "abuso" hacia sus clientes, de cuya ansiedad se aprovechaba. Y es que pese a pagar esas ingentes cantidades de dinero, el curso comenzaba haciendo algo tan accesible como crear perfiles en Facebook Ads.
Tras darse cuenta de la estafa, la víctima pidió la devolución del dinero, y le fue denegado. Le dijeron, como cabía esperar, que no triunfaba haciendo el curso porque no se esforzaba lo suficiente.
El caso de Gamboa es pionero por su conclusión judicial, pero no una novedad en sí. En los últimos años, no han faltado las acusaciones de estafa piramidal a Llados. Se aprovechan del alcance viral de las redes para atraer a un tipo de público ávido de ingresos, con la promesa de que se harán ricos.
La cosa no acaba bien (a esta hora la web de Gamboa está caída y sus perfiles cerrados), y está tan extendido que hay incluso cuentas como la de Alejandro Colom, un traer que se dedica a destapar estafas. Según contaba a laSexta Patricia Suárez, presidenta de Asufin, una asociación de usuarios financieros nacida para luchar contra las estafas, este tipo de cursos y trucos "suponen en muchas ocasiones perder tu dinero, cuando se trata de un producto, otras veces se trata de verdaderas estafas".
Imagen | Roberto Gamboa en YouTube y Dash Cryptocurrency en Unsplash