La plataforma de video bajo demanda de Amazon, Prime Video, acaba de lanzar en España su particular videoclub. Si hasta el momento este servicio seguía el modelo de negocio habitual, es decir, ofrecer un catálogo de contenido vinculados al pago de una suscripción mensual, ahora añade una sustancial diferencia.
Por un pago adicional a la cuota que pagamos mes a mes, Prime Video ha habilitado en el mercado español el alquiler y la compra tanto de películas como de documentales. Son producciones más actuales que las que podemos encontrar habitualmente en la plataforma y que suelen estar disponible únicamente en servicios en los que la modalidad de venta y alquiler es la que rige.
Alquiler y compra desde 3,99 hasta 14,99 €
Prime Video ofrece el alquiler de películas y documentales a partir de 3,99 euros, el precio más bajo que hemos podido encontrar para producciones como Maléfica, maestra del mal o Perseguido, y la venta desde unos 7,99 euros, en el caso de la cinta Barbarella, la más barata que hemos encontrado.
Estos precios van en línea con el que ofrecen otras plataformas de alquiler y compra audiovisual y se distinguen, principalmente, por la actualidad y/o relevancia de las cintas. A su vez, en algunos casos, encontremos precios distintos si una misma producción se ofrece en calidad estándar o de alta definición.
La compra o el alquiler, acciones que se llevan a cabo en un único clic sin preguntas de confirmación, pueden ser cancelados hasta 14 días después si se ha producido por error. Eso sí, siempre y cuando la películas o el documental adquiridos no hayan sido visualizados.
Respecto al alquiler, el plazo es de 30 días para comenzar a ver la película o el documental y 48 horas para finalizar el visionado una vez se ha comenzado.
Esta nueva modalidad de consumo dentro de Prime Video, que no resultará extraña para aquellos usuarios acostumbrados a los paquetes de televisión de pago de las operadoras de telecomunicaciones, llega en un momento en el que los consumo de televisión e internet (plataformas de vídeo bajo demanda incluidas) se han disparado a causa del confinamiento derivado de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
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