El miedo a la recesión permite a las empresas imponer su modelo de trabajo. Y resulta que quieren meternos en oficinas

El miedo a la recesión permite a las empresas imponer su modelo de trabajo. Y resulta que quieren meternos en oficinas
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Tras los años de pandemia en los que trabajar a distancia era una necesidad y en ocasiones hasta una obligación, muchas empresas se han empeñado en que la gente vuelva a la oficina. Y mientras las compañías apuesta por el trabajo presencial, se está notando cada vez más que los trabajadores preferimos hacer las tareas desde casa y ahorrarnos el viaje diario hasta las oficinas (o incluso ahorrar los costes que pueden venir de la mano).

El resultado de esto según el jefe de economía y mercados laborales globales de LinkedIn, Rand Ghayad, ha dicho en una entrevista a The Washington Post es que hay "un gran desajuste del trabajo a distancia". Es decir, firmas como LinkedIn, dedicadas a unir a empresas con gente que busca nuevas oportunidades laborales, siempre pueden encontrar que hay brechas entre lo que las compañías necesitan y lo que ofrecen las personas en busca de empleo.

Estas brechas solían ser asuntos como no encontrar a personas con las habilidades o profesiones que se buscan. Pero, tras la pandemia se añade una brecha más: "los trabajadores buscan empleos que ofrezcan ciertos atributos -como la capacidad de trabajar a distancia- que los empleadores no están dispuestos a ofrecer".

Y con la recesión que se avecina, que ha comenzado a traducirse en despidos masivos en muchas empresas, también del sector tecnológico, ahora las empresas parecen sentir que tienen "la sartén por el mango" para volver a exigir sus condiciones. Hace unos meses, a comienzos de este año, la Gran Renuncia que se produjo de personas dejando sus trabajos, hizo a las empresas buscar formas de retener el talento. Y la tendencia que se observa ahora va al revés.

Cada vez menos vacantes en remoto

En octubre, había dos ofertas de empleo en oficina por cada solicitante que buscaba trabajo, según un informe reciente escrito por Ghayad, desde LinkedIn. Por el contrario, había dos solicitantes por cada puesto de trabajo a distancia disponible. Y es que los puestos de trabajo publicados en LinkedIn que necesitan trabajadores en remoto ha caído a sólo el 14% de las vacantes,.

Con todo esto parece ser que los directivos de las empresas ya no sienten la presión de ofrecer trabajo a distancia o más flexibilidad. Parece ser que se mantiene la idea de que una plantilla productiva y bien gestionada es totalmente presencial y cinco días a la semana. Esto según estudios de Estados Unidos, que tenemos aquí en cuenta porque la tendencia del teletrabajo fue muy de la mano en Europa con el país norteamericano.

Según la revista Fortune, "los empresarios consideran que ahora tienen la sartén por el mango; existe la creencia de que los despidos que se avecinan en medio de una economía en declive significan que los trabajadores estarán más desesperados por trabajar y renunciarán a las demandas que hicieron durante la pandemia".

No hay que olvidar que mientras el teletrabajo es parte de nuestro mundo como una nueva realidad que ha cambiado ciertos patrones de nuestra vida (porque el trabajo ocupa una enorme parte de nuestra vida) y ha traído con ello nuevos estudios de compartamiento, nuevas rutinas (como que hemos pasado del presentismo en la oficina a estar conectados mucho más tiempo, algo conocido como presentismo digital) y nuevas formas de control empresarial.

De la gran renuncia al remordimiento

Windows Myomvppr5fu Unsplash

Mientras que arrancábamos en año 2022 con una gran renuncia que también llegó a Europa, un estudio realizado por Joblist afirma que un cuarto de estas personas que dejó su trabajo esperando conseguir un mejor puesto con mejores condiciones, se ha arrepentido de la decisión.

Por otro lado, un estudio realizado por Harris Poll dice que un 70% de personas en EEUU dijeron que les resultaba más difícil de lo que esperaban conseguir un buen puesto. Esto ha acuñado un nuevo término: "el gran remordimiento" del que muchos analistas hablan.

Cuando un trabajador se siente agotado o no está satisfecho con las condiciones laborales es normal que quiera buscar otras oportunidades. Pero cuando se espera una recensión económica, la decisión no es tan fácil.

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